maquina de escribir


Como bien sabe, mi trayectoria profesional ha estado prácticamente desde sus inicios (lo cual no quita que siga siendo un intruso) pegada a un sector tan estratégico como es el del marketing. Hablamos de una disciplina que bajo mi humilde opinión debería ser ubicua, pero que en un mercado que favorece la especialización, ha terminado por crear, en el caso del marketing online, un verdadero monstruo.

En mi día a día leo muchísima información sobre diferentes temas. Tengo mi feedly organizado en carpetas por sectores, lo que me permite abstraerme aún más de la fuente, ya que en su momento descubrí que de esta manera era más productivo, y como no, hay una de ellas destinada a tan noble trabajo.

Pero el caso es que la mayoría (y hablo principalmente de blogs escritos en español, que algunos anglosajones parece que ya vienen aprendidos) sufren de varios estigmas que no veo en otros sectores, y que acaban por restar a todos. Más cuando el que firma es uno de esos profesionales con decenas (milenios, a veces) de años de experiencia.

Me refiero a que muchísimos blogs de “marketing” han estandarizado ideas, enfocadas a los negocios online, y en especial al mundo del blogging, que no deberían sentar cátedra en todos y cada uno de los proyectos de este tipo.

Cuestiones que están sacadas de su contexto, y que veo una y otra vez repetirse, porque entiendo que atraen visitas y que sirven para sacar músculo delante de los suyos.

Empecemos.

El SEO que de verdad funciona

Lo comentaba la semana pasada con un compañero muy pero que muy senior del sector. El objetivo del SEO es posicionar el contenido de un proyecto (como un blog) en los buscadores. Básicamente, en Google, que acapara cerca del 75% del uso global, y un asombroso 96% de uso en España. Y de paso, pasar tu contenido por un detector de plagio (ES) por eso de que no anden duplicándote el contenido sin permiso.


Para algunos proyectos (todos aquellos que esperan un retorno de la inversión), la visibilidad de su espacio digital es muy muy importante.

Digo para algunos y no para todos, porque al menos en el caso de blogs personales como este, las cifras no son un elemento trascendente (sirven para subirme el ego y poco más), y además, no hay que olvidar que el tráfico proveniente de Google es de mala calidad (suelen ser personas que llegan a la página buscando algo, se lo solucionas y no vuelven a aparecer) a no ser que ese tráfico esté dirigido a convertir (a vender un producto o servicio).

Ahora bien, existen dos maneras de atraer más tráfico:

  • Generar buen contenido y mantener a los lectores contentos: Ojo al dato, y es que aquí Google tiene muy muy poco que ver en la ecuación. Si Google ve que ese paracaidista (típico usuario que llega a una web en busca de una solución específica) entra en nuestra web y soluciona el problema (no vuelve atrás y sigue buscando), ganamos un minipunto. Si los usuarios buscan nuestra página y siguen volviendo a ella, ganamos también minipuntos. Esto es así ahora, ya que los algoritmos que rigen el valor del contenido de una web todavía son incapaces de valorarlo objetivamente. Pero Google sigue trabajando en ello, y ese futuro Knowledge Based Trust (ES) que están poco a poco implementando será cada vez más y más eficiente, desplazando esa pata social que tan fácil se tergiversa (contenido creado ex profeso para ser viral, como las listas con fotos y título llamativo).
  • La de los “profesionales” del SEO: Google cambia su algoritmo cada semana, pero las bases del mismo (y en especial las “redadas”), suelen lanzarse cada ciertos meses. Conocido (más o menos) cómo funciona Google, lo que se puede hacer es tergiversarlo, y si a Google le gusta por ejemplo que el usuario no rebote en nuestra web (entre, vea algo, y se vaya), implementamos cortes de contenido en varias páginas, o si a Google hoy le gustan los post pilares (artículos muy extensos sobre diferentes sinónimos de la misma palabra o frase clave), nos dedicamos a hacer este tipo de contenido. Y si a Google le gusta que nuestra web esté enlazada en otras webs de referencia del sector, mendigamos continuamente a nuestros compañeros del sector escribir un post en su página, no para aportar valor a la comunidad de este, sino para obtener enlaces Do Follow… Es decir, escribimos para Google, no para los usuarios.

El problema de la segunda estrategia es que aunque efectiva y rápida, dentro de seis meses, cuando Google saque un nuevo algoritmo más inteligente, quizás esa táctica medio ilegal (a fin de cuentas estamos intentando engañar a su algoritmo) sea penalizada, o ya no funcione como antes, y tocará buscar nuevamente la manera de engañarlo.

Y así una y otra vez. Dedicando el preciado tiempo en encontrar la forma de engañar al algoritmo, y perdiéndolo por tanto en detrimento de cosas más importantes como crear una comunidad y disfrutar de la generación de contenido.

Teniendo las bases de SEO bien construidas (una web “amigable” para las personas), y que los enlaces compartidos tanto en RRSS como en el buscador cojan correctamente el título y la descripción, nos basta. Ponga el título que quiera y olvídese de las dichosas keywords. El resto, es crear contenido que de verdad aporte para el usuario. El que le guste a Google o no, dependerá de la inteligencia que sean capaces de emular con sus algoritmos. Pero el fin, querido marketero, es justamente ese.

Duplica tu lista de correo sin despeinarte…

¿Cuántos tutoriales de estos hay por internet? Creo que todo marketero que se precie ha escrito uno de estos…


Pues siento contradecirles, pero de nada sirven 10.000 suscriptores si no hay nuevamente una comunidad volcada detrás. El número no importa, lo que de verdad importa es la calidad de los mismos.

Así, la mayoría siguen empecinados en ofrecer un infoproducto (la guía con las 100 mejores estrategias de marketing del mundo, los 20 tips que todo profesional necesita saber para llevar su negocio al siguiente nivel,…) para todos aquellos que se suscriban.

¿Qué se consigue con esto? Inflar esa lista de correo con personas que se suscriben por el regalo, no porque de verdad les interese.

Y para colmo, corrompen el verdadero valor de un canal como el email marketing para los que como un servidor intentamos hacer las cosas bien.

No es la primera vez (la última, hace dos días) que tengo que explicarle a un suscriptor que, en efecto, en mi lista de correo no le estoy intentando vender nada de nada.

Y que en efecto, quien escribe esos correos soy yo, no un automatismo. Y que en efecto, cuando alguien me responde, me llega a mi correo y vuelvo a ser yo quien le responde.

Parece algo obvio, pero los usuarios estamos acostumbrados a que suscribirnos a una lista de correo significa recibir sistemáticamente emails de venta impersonales mandados masivamente. Spam la mayoría de las veces, que tienen una tasa de apertura y de conversión, como cabría esperar, cada vez menor.


De nuevo, marketer, eso no es el email marketing. El número no importa, lo siento.

De hecho, debería plantearse hacer cribas cada cierto tiempo (en mi caso, cada seis meses). Mandar un email (uno propio, no el que genera mailchimp o mailrelay por defecto) a todos aquellos inactivos (teniendo en cuenta que quizás no sean en efecto inactivos, sino simplemente usuarios preocupados por su privacidad que tienen implementadas medidas para evitar enviar este tipo de información) preguntándoles si quieren o no seguir apuntados, e incluso animándoles a desuscribirse.

Molestarse en escribir los emails a mano, porque el correo electrónico es un canal conversacional directo, no una bandeja de entrada de publicidad.

Y todo lo dicho se puede aplicar tanto a un blog personal como a un proyecto profesional. Olvidarse de las malditas keywords, y poneros a escribir contenido de calidad. Y dejar de mediros la $ª¢!#@.

Al final va a tener razón Julio cuando me llamaba “Criatura“… :D.