Personal Branding Mireya Trias


Mireya Trías, en su blog, desgranaba el viernes pasado los tips que veía en la “estrategia” de branding personal que sigo con PabloYglesias (ES).

Un artículo me ha gustado principalmente porque no solo se queda con la corteza, y además mete el dedo en la yaga de algunas decisiones que aún hoy en día siguen rondándome la cabeza.

Predisposición, conectividad… y mensaje

Es un tema que creo básico en la era en la que vivimos. Ya he dicho en más de una ocasión que al menos a un servidor Internet le ha ofrecido muchísimo, y que lo menos que puedo hacer es intentar devolver parte de todo ello.

La mejor universidad en la que he estado (y por motivos personales, he estado en varias) ha sido la red. El surgimiento de los foros primero, y de los blogs y redes sociales más tarde, nos abrió a un mundo lleno de posibilidades.

Y precisamente entre ellas estaba el hecho de poder conectar con personas que en un entorno puramente físico hubiera sido imposible.

El aprender disciplinas como el hacking, que no se enseñan en la universidad. El hecho de tener un apoyo informativo para sacar adelante tus proyectos personales, en una suerte de educación basada en el auto-aprendizaje, la recomendación y la prueba-error, que ha demostrado una y otra vez ser bastante más efectiva que las clases magistrales que aún hoy en día siguen dominando el escenario académico.

Esta fue, junto con la necesidad de exponer mis trabajos académicos de una manera distinta al resto de mis compañeros de carrera, la razón principal de crearme una página web.


Ya venía de haber gestionado otro tipos de comunidades (en mi paso por telecomunicaciones, era administrador de Quesiletes (ES), un foro sobre socio-política y tecnología con PR4 y un blog homónimo (ES) ya abandonados hace tiempo (y el primero solo navegable por el archivo de internet)), por lo que el auge de las redes sociales fue pronto parte esencial de mi “estrategia” digital.

Nacía PabloYglesias, con esa Y que tanto le llamaba la atención a Mireya, y lo hacía por pura necesidad: pabloiglesias.com estaba y está ocupado por un mayorista de mariscos, con una web totalmente actualizada (nótese la ironía G.G).

De aquella, Pablo Iglesias el político (Pablemos, que el pobre fundador del PSOE ya hace tiempo que no está con nosotros) aparecía bastante por debajo de un servidor. Un tío de melena y perilla (al igual que en su momento quien escribe, por cierto) que al parecer tenía un programa de televisión. Joder, cómo ha cambiado el percal jajaj.

¿El mensaje de PabloYglesias? El mismo que Mireya define en el artículo. Un claro deseo de ayudar a transformar el mundo, aunque sea digitalmente. Una manera de devolver parte de todo eso que Internet me ofreció en la infancia, y me sigue ofreciendo cada día.

De ahí que PabloYglesias sea lo que es ahora. Lo es porque yo soy así. No hay trampa ni cartón. Me gustaría que la información fuera accesible por cualquiera, abierta a quien esté dispuesto a escuchar. Y que sirva no como adoctrinamiento, no para forjar personalidades, sino para conformar un sistema crítico hacia esos temas que tanto nos interesan. ¿Tecnología? Sí, pero siempre delegada a su puesto, el de servir de herramienta y no de fin para todo aquello que de verdad es importante para nuestro día a día.

El email marketing como activo más valioso

Si me atuviera a criterios puramente de estrategia digital, podría decirse que utilizo las redes sociales con dos finalidades:

  • Posicionamiento como referente del sector (nuevas tecnologías, seguridad,…).
  • Puerta de entrada hacia mi web, auténtico baluarte de toda esa “estrategia” de la que habla Mireya.

Pero hay un paso más, y ese sigue siendo la comunidad, con ya más de 800 usuarios, que hemos estado tejiendo alrededor de un canal tan directo (e intrusivo) como es el email marketing.


Quien está dentro de la comunidad, sabe muy bien de lo que hablo. Mi intención no es lanzar esas absurdas e impersonales newsletters semanales que redirigen o reproducen en su completitud a productos o artículos que a un servidor le interesa que usted “compre”.

Entiendo el email como lo que es. Una de las mejores herramientas tecnológicas que tenemos heredadas de décadas pasadas (como lo es, por cierto, el RSS), y una de las pocas que aún permite un discurso y lectura reposada, básico para la labor crítica que me gustaría que todos llegáramos a forjar.

Escribo emails semanalmente, sí, pero lo hago yo, y le hablo directamente a usted. Nada de plantillas. Formato de email de toda la vida. Y lo hago porque espero que me responda. Puesto que el email no es y no debería transformarse en un canal de una sola dirección. Fue creado como un canal de comunicación bidireccional, y así debería seguir siendo.

¿Que esto es ir contracorriente? Pues sí, ¿y qué? Yo no vendo nada, comparto tanto lo mío como lo de terceros, y lo hago porque eso, a la larga, me va a repercutir positivamente, aunque sea de cara a conocer personas que me permiten seguir creciendo y me hacen cuestionarme ideas que están muy interiorizadas.

Sobre el “usted” y la falta de foco

Esta parte me ha encantado. Mireya me critica (muy acertadamente, no obstante) que siga usando el “usted” como forma de comunicarme con los lectores, cuando la teoría dice que hay que hablar siempre de tú.

Decir que esto, por absurdo que parezca, tiene horas y horas de comerme la cabeza pensando en qué opción debería ser la más adecuada.

Y en su momento decidí que fuera así cuando la comunicación se hacía hacia alguien que a priori desconocía. Considerando que la mayoría de lectores de esta página son adultos y cuentan con estudios superiores, quizás ese usted es la forma que utilizo para demostrarle mi respeto y gratitud por el tiempo invertido aguantándome.


No porque considere que hablamos en un escenario puramente profesional (de hecho, creo que queda patente que mi comunicación es bastante más directa e informal de lo esperable), sino porque veo adecuado agradecerle que tenga la osadía (y los santos &$!”·nes) de aguantarme con los chorros de texto que escribo. Y que para colmo lo disfrute, e incluso algunas veces le sirva para algo.

En comunicaciones directas (discusiones entre otras personas), así como en la comunidad (que no deja de ser otra conversación directa) utilizo el “tú”, porque entonces tengo claro con quien estoy hablando y quiero evitar con ello que esa persona se vea obligada a tratarme de usted (tengo 28 años recién cumplidos, de verdad, tutéeme :D).

Tema aparte es el de la falta de foco que Mireya señala. Hablo de muchos temas, lo sé, y eso ha hecho que tenga una estructura en categorías mayor de la esperada (13 frente a las 7 u 8 que “exige” el protocolo blogger). Creo firmemente en la importancia de perfiles híbridos, generalistas, que no dominen únicamente un escenario específico, pese a que el mercado valore más estos últimos.

Si entendiera esta página como un portal para darme autobombo, para tejer una marca personal dirigida única y exclusivamente a la búsqueda de trabajo o de clientes, Mireya tendría más razón que una santa.

El problema es que PabloYglesias no nace con esa finalidad. Igual que en su día podía escribir en una agenda, ahora lo hago en un blog que además está abierto a las críticas de terceros, y por esa simple razón, me permito el lujo de llevarle la contraria a Google, a poner los títulos que me da la gana, a escribir sin pensar en qué keywords debería utilizar, y como no, a duplicar contenido en varias categorías si así lo veo oportuno.

Este blog es, y querría que siguiera siendo, un blog personal. Que sí, que me sirve también profesionalmente, pero es que, ¿dónde está el límite actualmente?

Si a mi me gusta hablar de estos temas, y algunos de estos temas son interesantes para las empresas, pues genial. Pero seguiré escribiendo como lo haría en una agenda de papel, pese a que de cara al SEO, o a la estrategia de marketing, quizás no sea lo más correcto.

En todo caso, muchas gracias Mireya por haberme sacado los colores, y nos seguiremos leyendo. Sea por aquí, sea por tu página, sea por redes sociales, sea por email, te trate de usted o de tú, sea sobre temas tan aparentemente dispares como educación y seguridad informática, y le guste o no a Google.

Porque a veces, aunque se sepa que lo que se hace no es lo correcto, si sale del corazón y ello te permite estar más a gusto, bienvenido sea :).