Cuatro millones quinientos cincuenta siete mil ciento treinta y cuatro muertos oficiales. Ese el precio que pagó la España Post-Descentralización por crear una sociedad cívica.
No fue la única, de hecho. Por el antiguo continente europeo se sucedieron, en cuestión de un par de lustros, movimientos cívicos semejantes. En algo teníamos que aprender de las Américas. Y aunque suene triste decirlo, fue lo mejor que nos ha pasado.
Seguramente usted, que está leyendo este relato, no pueda entenderlo. A fin de cuentas, o ha nacido o lleva ya demasiado tiempo viviendo en esta sociedad como para comprenderlo. Pero permítame que le exponga los hechos, sin neurovisor de por medio, y ya verá como abraza con presteza lo que a priori, y siervos de la ignorancia, algunos hubieran considerado un segundo Holocausto (EN).
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La historia contada por los cívicos
Principios del siglo XXI fue una época convulsa. De eso no hay duda.
La paulatina ascensión de gobiernos populistas (ES) y el desencanto de una cada vez mayor porción de la sociedad, aislada y expulsada de los engranajes del capitalismo, desembocó en una guerra entre gobiernos y corporaciones que dividió el mundo civilizado en dos.
América con Amazon, el que sería el primero de una serie de gobiernos liderados por una inteligencia artificial, y la antigua Europa sumida en el tecno-comunismo de La Descentralización.
Los europeos miraban con recelo la tranquilidad de un pueblo americano sumiso, dependiente de los designios dictatoriales de su inmortal líder, mientras la vieja Europa se rompía en mil pedazos bajo la absurda pretensión de auto-gobierno.
Muy loable teóricamente, todo hay que decirlo, pero infructuoso en la práctica.
El ciudadano de a pie siempre ha querido que su voz sea tomada en consideración, pero lamentablemente no iba a a estar por la labor de dedicar el tiempo suficiente como para labrarse el conocimiento necesario a la hora de emitir sus juicios. Y sí, la tecnología permite desde hace tiempo que la sociedad se autogestione, pero tiene que haber una implicación real de la mayoría para que algo así funcione. Cosa que, como hemos visto, no ha ocurrido.
De auto-gobierno general, a cada vez más auto-gobiernos. En su momento he llegado a ver comunidades de vecinos con varios gobiernos distintos en cada planta. Absurdo, ya que así no se llega a nada.
Y entonces, afortunadamente, las nuevas generaciones tomaron la iniciativa y paulatinamente erradicaron las pretensiones socialistas por un bien común. Líderes fuertes, que decían lo que el pueblo quería oír, sin tanta parafernalia tecnocrática y transparente. Sin tanto esperpento y teatrillo de barrio.
Fue la época de la hegemonía del Reminder, esa suerte de aplicación, diseñada por el gobierno de Amazon, que nos permitía estar en contacto todos con todos, y consultar, cuando fuera necesario, la única verdad sobre cualquier tema.
Es curioso cómo el tener a mano un sistema de conocimiento único y centralizado ha servido a tal fin glorioso. A crear una sociedad en la que todos pensamos lo mismo, en la que todos conocemos nuestro puesto y en la que no hay conversación que no acabe con una sonrisa.
El riesgo de los UNOS
Pero si hay un punto y aparte en nuestra historia reciente, ese ha sido sin lugar a duda la actualización 2.8.1 de Reminder. Tan importante que como ya sabrás han sacado dos trilogías de películas y hay rumores de que pronto llegará en formato serie continua (sin temporadas marcadas, sin inicio ni fin) dirigida por Daniel Velasco y Marta Somosaguas.
En la actualización 2.8.1, Reminder incluyó en nuestro perfil nuestro índice K. Un índice basado en ciento cuarenta y cinco mil seiscientas veintisiete variables (según fuentes oficiales), que define con absoluta precisión nuestra “k sinergia” con la sociedad cívica.
Mi padre fue un K3,034, y llegó a ser en su momento álgido un K3,145; su padre un 2,796, su K más alto; y un servidor, hoy en día, estoy en K3,187, casado con una mujer K3,212 -¡qué suerte he tenido!-. Si seguimos en esta recta ascendente, nuestro asesor de K afirma que nuestros hijos podrían incluso partir de K3,250, lo que sin lugar a duda les va a abrir muchísimas más puertas.
Porque como bien sabes, TODO se basa en el K de cada perfil en Reminder: el acceso a vivienda y trabajo, la sanidad, la educación, la protección social, los honorarios, las vías de alta velocidad y el metrotren, los servicios de K3 y K4, la posibilidad de acceder a artículos de lujo… Incluso la activación del Reminder Premium y el Reminder Premium Plus, con todo lo que ello supone, según dicen los anuncios del neurovisor periódicamente.
Pero he ahí que al parecer había gente que se había negado a pertenecer a la sociedad cívica. Sí, sé que suena absurdo, pero de verdad que ocurrió. Hasta el punto de abandonar las ciudades y vivir como bárbaros fuera de ellas, sin acceso a todos los beneficios que Amazon nos da. Sin estar permanentemente informados. Sin capacidad de consultar la exactitud de un hecho pasado, teniendo que fiarse de nuestra muy limitada y subjetiva conciencia.
Miles y miles de vidas que realmente costaban millones al Estado, y que no aportaban más que disgustos. Cualquiera se atrevía a salir sin protección para que un K1,5 o inferior te asaltase, te violara o te robara. Hablamos de gente inculta, enferma, que envejecía biológicamente. Bárbaros que habían abandonado su perfil de Reminder por dejadez, o incluso gente que directamente no servía para vivir en un mundo civilizado.
¿Quién quería vivir en un mundo con este tipo de gentuza?
Hace ya exactamente una década desde que se puso en marcha el Programa Limpieza en España.
Localizarlos fue fácil. Todos los que no tenían perfil actualizado en Reminder, o aquellos cuyo K había bajado de 1,5. La inteligencia artificial de Reminder, que atesora los registros vividos de todos los ciudadanos del mundo, se puso a trabajar y en cuestión de minutos tenía las localizaciones de estos cuatro millones largos de UNOS. Justo antes de la entrada de las Navidades, que así de paso se evitaba los disturbios en centros comerciales ya tradicionales.
Y desde entonces vivimos en una sociedad tranquila y próspera, alegre y colaborativa. No hay pobreza ni hambre. Tampoco hay malestar social. Todo el que se vuelve un UNO es apresado y nunca más sabemos de él. Pero Reminder nos lo pone tan fácil… Tan solo tenemos que ser ciudadanos cívicos para ir, poco a poco, viendo como nuestro K crece, y asegurando el futuro de nuestros hijos con ello.
Lo cual es un alivio, ¿verdad?
Nadie querría encontrarse cara a cara con un UNO. O tener un conocido que ha bajado a UNO. Nuestro K podría verse resentido por la cercanía entre nuestros círculos. ¿Cómo fiarte de alguien que no quiere ser ciudadano cívico? ¿Qué puede llevar a alguien a dejar tan de lado su perfil de Reminder, con lo divertido e interesante que resulta mantenerlo alimentado?
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Inspirado en la paulatina hegemonía de la sociabilidad digital instantánea (ES), y como continuación al último relato titulado “la barbarie de la globalización“, que le insto a leer sino lo ha hecho ya para cerrar el círculo.
Por si te has quedado con hambre de más…
Si eres de ciencia ficción:
Colección de relatos cortos de ciencia ficción distópica. Cada relato trata un tema de rabiosa actualidad tecnológica, vislumbrando sus posibles escenarios.
1ª edición: Noviembre 2022.
Primera novela de Relatos cortos de ciencia ficción que publiqué.
1ª edición: Diciembre 2018.
2ª edición: Agosto 2021.
Y si eres más de fantasía épica, échale un ojo a la Colección de novelas “Memorias de Árganon”:
Actualmente «Memorias de Árganon» está compuesto por tres libros y más de 800 páginas en las que se narra una aventura épica de fantasía y ciencia ficción. ¿Te atreves?
1ª edición: Noviembre 2020.
2ª edición: Agosto 2021.
Por último, que sepas que todas estas novelas, junto con la de otros autores, las estamos publicando con el Sello Editorial de Autopublicación Ediciones PY. Si tienes un libro y necesitas ayuda para materializarlo en papel y distribuirlo a nivel mundial, escríbenos.
Me ha encantado. Eres muy grande Pablo. Saludos desde Colombia!
Saludos Daniel. Y perdona que no hubiera contestado hasta ahora. Es raro ya que lo hago siempre…
Me recuerda al primer capítulo de la tercera temporada de Black Mirror. Gran trabajo Pablo
Muchas gracias Jose María. Sinceramente no sé por qué no te había contestado, si juraría que lo había hecho con todos…
Primero he leído este relato, y luego he pasado al de la Barbarie de la Globalización. Y realmente me ha quedado un mal sabor de boca. No por la calidad del mismo sino justo lo contrario. Da miedo pensar que podríamos llegar a una situación semejante. Y por otro lado todo apunta hacia ello…
Muchas gracias Jorge. La idea es justo esa. Fíjate lo que está pasando hoy en día en China, que precisamente tiene ya en circulación un sistema parecido en el que, según tu índice, tienes acceso o no al transporte público.
Es sorprendente ver cómo algo que en su día escribí como utópico se está materializando en la realidad… Y eso sí que me deja un mal sabor de boca.
Ay Pablo, toda la frescura y calidad de tus comunicaciones profesionales no tienen nada que ver con tu distópica idea de escribir.
Escribir, crear, inventarte historias que transmitan, sean riginales y estén bien escritas, no es tan fácil.
Algunas ideas que transmites en tus relatos – ya te han “tirado cariñosamente de las orejas” por una copieja de Black Mirrow- si son originales, estarían mejor contadas por quien sabe contarlo. No es tu caso, Pablo.
Con cariño
Se hace lo que se puede Carlos. Y por supuesto hay mucho que mejorar. Fíjate que esta serie de relatos distópicos tiene ya algo más de 25 entradas, y esta es precisamente una de las primeras. Algunos serán mejores que otros, digo yo :).
Sobre lo otro, es normal. ¿Qué hay realmente original en nuestros días? Hace tiempo, de hecho, un chaval me quiso demandar y movió cielo y tierra porque al parecer había llegado a la misma conclusión que él sobre un tema de actualidad, y no le entraba en la cabeza que no fuera más que copiándole. Las ideas no son únicas ni nacen espontáneamente, y algunos llevamos el tiempo suficiente como para ser conscientes de que lo mismo lo que “descubrimos” ya ha sido descubierto por muchos otros, aunque quizás no seamos conscientes de ello.
Muchas gracias por el feedback Carlos. Poquito a poquito espero hacerte cambiar de idea :).
Pablo:
Vestidos con telas extrañas de múltiples colores, atraerían cualquier mirada de un posible depredador en un entorno dominado por el pardo y los ocres. Y al principio achaqué los brillos a supuestos enseres de joyería que reflejaran la luz de los ojos del animal, pero más tarde, y conforme las dos siluetas se fueron acercando hacia nuestra posición, me di cuenta de que parte de sus ropajes brillaban con luz propia.
Alguien a quien le ha publicado (no autopublicado):
En ese paisaje yermo, de cenizas pardas y ocres, los ropajes multicolores con los que aparecieron como un resorte esas dos personas del lomo del animal, mostraban claramente su arrogancía provocadora en un territorio plagado de depredadores . No eran, como me parecieron, joyas ni abalorios en los que se reflejara la luz de los ojos del animal, sino un brillo propio que nacía de los estridentes ropajes de las siluetas que ya se nos acercaban…