El otro día me pasó una cosa curiosa.
Como ya algunos sabréis, parte de mis clientes reputacionales pertenecen a la industria del gambling y la inversión.
Dos industrias que por su propia ideonsincrasia representa un mercado muy complejo y competitivo a nivel reputacional.
Y me explico:
- Es complejo: Porque hablamos de empresas que mueven bastante dinero, que tratan temas que tienen muchas lecturas (y no todas positivas), donde pululan tanto negocios legítimos como fraudulentos, y que dependen mucho del mercado digital. Un mercado, por cierto, que les cierra el grifo en según qué plataformas publicitarias (el gambling y la inversión es junto con otros nichos como puede ser el de la salud, el esoterismo o el porno, sectores que o bien tienen limitaciones publicitarias, o directamente no pueden publicitarse en algunas plataformas).
- Es competitivo: Porque sabedores de lo anterior, «la escasez agudiza el ingenio». Y cuando tienes dinero y no puedes seguir el camino tradicional de presencia digital que se sigue en el resto de mercados, se buscan maneras creativas para posicionarse frente a la competencia.
Lo que de cara a un consultor, como es mi caso, es como venido del cielo. Es como si cada vez me pusieran un lienzo en blanco y me dieran todas las herramientas que quisiera para comenzar.
Toda la estrategia «típica» en derroteros de presencia y reputación online no sirve, y para cada caso tenemos que establecer una estrategia adhoc para adelantar a la competencia sin caer (y en esto soy muy tajante con todos los potenciales clientes) en mecánicas de astroturfing y/o bombas de análisis y valoraciones.
Es decir, que quien me contrata sabe que vamos a mejorar su posicionamiento en el mercado sin pisar a la competencia. Resaltando nuestros puntos positivos y haciéndole llegar el discurso correcto al cliente adecuado.
Esto pasa, por supuesto, por hacer linkbuilding, tanto orgánico como de pago, en base a una estrategia que vaya supeditada a un trabajo previo de SEO, contenido en la web y trabajo en los perfiles de redes sociales. Y según el caso (y el presupuesto), con marcas blancas en tier 1 y 2 que apoyen el discurso, como hace Casino Online Peru (ES).
Hasta aquí todo normal.
Posicionando negocios sujetos a restricciones publicitarias
Una estrategia que lleva tiempo (son proyectos a mínimo un año vista), ya que no siempre es fácil salir de una situación en la que la competencia sistemáticamente está enviándote valoraciones fakes pagadas para hundirte reputacionalmente.
Pero a base de hacer bien las cosas, las buenas noticias acaban llegando. Porque al final ESTE ES EL CAMINO CORRECTO. Y hablamos además de negocios que esperan tener un ciclo de vida alto (no es un nicho que viva precisamente de vender un producto estacional). Justo lo que si caes en estrategias cortoplacistas e ilegales acabarás echando en falta (baneo masivo de cuentas, pérdidas de posiciones o directamente desaparecer de las SERPs, etc etc etc).
Estaba justo estos días pasando a la fase 3 con uno de mis mayores clientes, cuando precisamente me llega a mi página de empresa (la de PabloYglesias) en Facebook una valoración de 5 estrellas.
Algo que me sorprende porque, sinceramente, nunca he pedido y tengo totalmente abandonado (el sistema de valoraciones, que la página la actualizo cada día).
Entro por supuesto a ver quién ha sido el benefactor, y me encuentro con un comentario de SPAM de una supuesta empresa de forex. Ahí, tal cual, con su enlace (en texto no clicable, por supuesto) y una oferta del 100% de bono.
No he indagado mucho más ya que directamente mi dedo se ha ido hacia el menú > denunciar la valoración.
Al día siguiente ya no era visible, y la cuenta desde la que se ha enviado (una cuenta de FB seguramente robada o clonada) ya ni existía.
Pero hay dos temas que sí me han parecido interesantes al respecto.
¿Qué esperan conseguir con este spam?
Es decir, hablamos de contenido en texto colocado dentro de una sección minoritaria de una red social. A nivel puramente de posicionamiento es que dudo mucho que incluso sirva para algo.
Ya ni hablemos de que, por supuesto, ese enlace no es clicable y por tanto tampoco generará tráfico de ningún tipo.
Que soy consciente de que probablemente, y como ocurre con las valoraciones en Tripadvisor y Google MyBusiness, estemos ante algún tipo de botnet que se dedica sistemáticamente a publicar SPAM en cualquier lugar donde le dejen. Pero recalco, que incluso teniendo en cuenta que el gasto económico de mantener esa botnet es irrisorio (estará formada por cuentas previamente robadas a las que se les pide que automáticamente spameen en todos los formularios que encuentren), ¿qué impacto puede tener para la cadena de negocio de los que estén detrás?
Y no me refiero a los dueños de la botnet, que esos estoy seguro que sacarán buena tajada de ello, sino a esos clientes que se han dejado seducir por la palabrería de estos cibercriminales, seguramente sin tener ni puta idea del riesgo que corren y de cómo funciona el posicionamiento en derroteros digitales.
Algo del tipo:
«Gracias a nuestro servicio conseguirás miles y miles de enlaces apuntando a tu negocio y valoraciones positivas que harán que te posiciones en el primer resultado de búsqueda por tan solo XX dólares»
O lo que es lo mismo:
«Págame XX dólares para no conseguir más que contenido que será marcado como SPAM y quizás hasta te afecte negativamente a nivel de posicionamiento, tan pronto los algoritmos de recomendación de contenido que dictan qué vemos y qué no en las SERPs y las RRSS marquen también el contenido legítimo (el de usuarios reales) erróneamente como SPAM»
Los límites de moderación de las redes sociales
Porque esta es otra.
No es raro que para los que administramos grupos o páginas nos llegue SPAM a las cuentas.
Un servidor, de hecho, y pese a que tengo honeypots puestos en los formularios de la web, recibo casi al día uno o dos comentarios de SPAM, principalmente de supuestos mesías que te ayudan a recuperar tu matrimonio, o «farmacias» que te venden la cura para cualquier enfermedad crónica que se precie.
Caraduras, a fin de cuentas, que buscan hacer negocio jodiendo precisamente a los que están en una situación desesperada.
Como los tengo fichados, directamente no se publican, pero me gusta ser yo quien los pasa de borradores a spam, por eso de evitar los falsos negativos.
El caso es que al haberme escrito ese comentario de spam como una valoración en mi página de Facebook, yo como administrador lo único que podía hacer era denunciarla, pero no la puedo borrar directamente.
Que esto es así por razones obvias (si no todo el mundo borraría las valoraciones negativas e Internet sería un páramo de buenrollismo y mundos de yupi), pero el tema me recordó mucho a esas limitaciones de diseño que hemos encontrado otras veces en estas grandes plataformas y que, retorciendo su usabilidad, acaban siendo negativas.
Porque sí. Facebook tras mi denuncia ha tardado apenas unas horas en borrar la valoración. Pero no todas las páginas están administradas con tanta frecuencia como la mía, y en no todas las ocasiones el administrador se dará cuenta de ese spam y/o sabrá cómo denunciarlo.
Lo que significa que un servicio que en teoría ha sido creado precisamente para aportar valor a los usuarios, ofrece por la manera que tiene de gestionar los permisos de moderación por parte de los administradores una herramienta con una protección mayor para los ciberdelincuentes.
Que de verdad, se pueden conseguir enlaces de calidad a poco que se quieran hacer bien las cosas, sin caer en estas triquiñuelas que poco o nada van a aportar. Y que si lo hacen, probablemente sea de forma negativa en el futuro.
Que, recalco, de poco les va a servir a nivel estratégico. Si tienes un casino online en Venezuela (ES) o donde sea preocúpate por llegar a acuerdos con medios del sector e invertir en linkbuilding.
Y una última recomendación dirigida a los empresarios que hayan llegado hasta aquí: seguir comprando likes, y shares, y valoraciones en servicios random.
Seguir dándome trabajo, que con estas acciones me hacéis la vida mucho más fácil :).
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Puedes ver más artículos de esta serie en #MundoHacker, donde tratamos en varios tutoriales las medidas para atacar y/o defenderse en el mundo digital.
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Hola Pablo:
Como siempre, un post valioso. Las valoraciones están tomando un camino peligroso. Al menos en el mundo del SEO. Quiero compartirte este hilo de P. Duchement. donde denuncia un sistema de extorsión mediante valoraciones. Tal vez puedas escribir un artículo al respecto.
¡Saludos!
Gracias por el aporte Ramiro.
Saludos!