Expansión de Twitter
Estamos en época de rendir cuentas con accionistas. La última, Twitter, que ayer ofrecía los datos del último cuatrimestre (EN), con un claro sesgo positivo.
271 millones de usuarios activos al mes, una cifra que bien quisieran la mayoría de servicios, pero aún lejos del objetivo principal, Facebook. Y es que volvemos a comparar peras con manzanas.
La tipología del usuario de Facebook ni se acerca a la del de Twitter. Aunque tengan una parte del sector más o menos sincronizada, Facebook es una red social, y Twitter es una red informativa. A Facebook, pese lo que quieran hacernos creer, se va a ver qué están haciendo tus conocidos. A Twitter se va a consumir información de actualidad.
La barrera de entrada de la red de microblogging por tanto es bastante más alta. Primero porque aún no han dado con la clave para agilizar el aprendizaje de su uso para un usuario nuevo. Uno se abre una cuenta, y el servicio le recomienda seguir varios perfiles a partir de sus gustos. Perfiles que en la mayoría de los casos son puramente marketinianos, como quien le da Me Gusta a su marca de bebida o ropa preferida, y que para nada representan el valor de la propuesta de Twitter. El siguiente paso es agregar a tus conocidos a partir de la agenda, y volvemos a pecar de inocentes pensando que toda esa agenda, seguramente labrada durante años y años de amistad con personas a las que consideramos amigos pero con las que tenemos poco más en común, nos va a facilitar encontrarle sentido a la herramienta.
Así es como la mayoría de personas llegan a Twitter, pasan ese primer bache, y se encuentran un servicio enfocado más hacia lo profesional que a lo personal, donde el contenido viene dado por aquellos a los que seguimos (por tanto normalmente de baja calidad), y cuya estrategia inicial de descubrimiento se basa en un principio totalmente contrario. El resultado es un timeline carente de información útil, aburrido y para colmo fuertemente restrictivo (en tanto si lo comparamos con el resto de redes), que frisa de frente con la idea de una red informativa que el usuario seguramente ha visto en televisión.
Y precisamente este punto es digno de consideración, ya que ha servido a Costolo, CEO de Twitter, para redefinir la tipología del usuario de Twitter, que como es de esperar, repercute en unas cifras fuertemente vitaminadas.
Según Costolo, hay dos tipos de usuario de Twitter. Los usuarios “sindicados”, que son los usuarios que interaccionan directamente con la herramienta, y cuyas cifras comentábamos unos párrafos más arriba. Y los usuarios “desconectados”, que serían casi el doble que los primeros, y están formados por todo ese grueso de la sociedad que consume contenido de Twitter de forma indirecta (tweets embebidos en páginas, televisión, periódicos,…). La fotografía final ya no se aleja tanto de las cifras de su aparente rival, pese a que un lector crítico seguramente haya fruncido el ceño (al menos un servidor así lo ha hecho).
El otro punto que quería tratar antes de irme es en referencia a unas palabras que el propio Dick decía en la presentación:
“Es justo decir que no estamos descartando ningún cambio”.
La respuesta viene dada a la pregunta de uno de los representantes de Deustsche Bank, inversor de la plataforma, a la posibilidad de que Twitter acabe por discriminar contenido basándose en un algoritmo de recomendación, esto es, que pasaríamos a ver en el Timeline lo que Twitter cree que más nos interesa, ocultándonos el resto.
Una estrategia que Facebook llevó a cabo hace ya bastante, que bajo mi punto de vista únicamente favorece la pérdida de control del usuario (la paternalización de los servicios de internet) y que acaba, por lo general, en transformarse en una herramienta propagandística más del entramado publicitario del mismo.
Y una estrategia que haría de Twitter un servicio quizás más rentable económicamente, y de peor calidad. Una red informativa sesgada, que es justo lo que debería evitar. Porque para eso ya tenemos los medios tradicionales, a fin de cuentas…
Imagen de groenning, Twitter birds and followers (EN) cedida por Depositphotos.com.