A quien hoy en día, el nombre de Julian Assange no le suene a nada, es que no vive en este planeta.
Desde hace meses, se sigue este caso, que posiblemente sea uno de los más importantes de la última década, ya que ha puesto y sigue poniendo en jaque a los grandes gobiernos del primer mundo.
Cada día, nos bombardean con noticias sobre su futura extradicción, el asilo en la embajada ecuatoriana, la tensión entre el gobierno británico y el ecuatoriano, la presión de EEUU y Suecia, y un sin fin de novedades, que giran única y exclusivamente en torno a este hombre.
Pero quizás os hayáis subido al tren demasiado tarde, o desconozcáis parte del porqué de está búsqueda y la situación de rabiosa peligrosidad entre varias potencias, y es por ello que me pareció el momento idóneo para mirar la vista atrás y conocer todo lo que envuelve al caso Assange.
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La formación de Wikileaks
En 2006, motivado por sacar a la luz todos los trapos sucios de los gobiernos, Julian Assange crea Wikileaks, un medio online que publica documentos filtrados de interés público, y claro está, confidenciales, con la seguridad de no revelar sus fuentes. Entre ellos, los más comprometidos citan al gobierno de EEUU sobre el verdadero porqué de la guerra de Irak y Afganistán, donde se deja claro los verdaderos intereses comerciales y las decisiones cuanto menos poco ortodoxas de la inteligencia del país.
A este movimiento se han unido decenas de filtraciones más, hasta llegar al punto cumbre, con el llamado Cablegate, con el que se revelaron 251.187 comunicaciones entre el Departamento de Estado de Estados Unidos y embajadas de otros países (incluido España). Se trata de la mayor filtración de documentos secretos de la historia, que fue difundida a varios medios de diferentes países.
Como era de esperar, la página de wikileads sufrió repetidos ataques para inhabilitarla. El partido pirata intentó incluso albergar su contenido en sus servidores, y por tanto ofrecer la seguridad propia debido a la inmunidad con la que goza, pero todo acabó en saco roto. Los servidores donde estaba alojado el contenido sucumbieron a la presión internacional, y Amazon y EveryDNS cerraron su acceso, a los que siguió todo aquel modo de financiación de Wikileads, MasterCard, Visa o PayPal.
Caído Wikileads, llega Anonymous
Como un movimiento de ámbito mundial, la red de hackers Anonymous contraatacó contra los principales gobiernos, acosando sus servidores con DDos en su llamada Operation Payback, y filtrando nuevamente numerosos archivos confidenciales.
Se comenta que existe un archivo, llamado “seguro”, de 1.2GB, encriptado. Por ahora, nadie ha conseguido abrirlo, pero desde Anonymous se ha informado que en caso de que a Julian Assange o Wikileads le pase algo, se difundirá el código de codificación, como salvaguarda de la vida de este periodista.
Dejando de lado la conspiración y amenazas de muerte hacia Julian Assange, lo cierto que es que la ley se ha cebado con él. En el 1991 fue juzgado por acceder ilegalmente a información clasificada (un cargo que él mismo aceptó), y no sería hasta 2010, cuando el marco legal que lo amparaba parecía tener todas las de ganar, el momento en que han aparecido varias supuestas mujeres de su entorno que aseguran haber sido violadas (una de ellas casualmente de la CIA).
Assange se presenta en la comisaría después de estar en busca y captura, con la condición de ser bajo el marco legal de éste país. Sin embargo, Reino Unido tiene intención de extraditarlo a Suecia, y ésta a EEUU, donde podría ser considerado culpable de alta traición, y por tanto ejecutado.
Entra en juego Ecuador
Y así comienza la historia que nos acompaña durante estos días. Al conocer el veredicto del juez de extraditarlo a Suecia para luego ser juzgado en EEUU, Julian Assange se cobija bajo la embajada de Ecuador, que como todas las embajadas, tiene inmunidad diplomática. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, afirmaba que el sólo hecho de que Assange se enfrente a la pena capital en Estados Unidos ya sería motivo suficiente para otorgarle el asilo político.
Desde entonces está recluido en una pequeña habitación en su interior, sin poder salir de la embajada ya que el gobierno de Gran Bretaña tiene preparadas varias brigadas para detenerlo, en espera de ver si Ecuador cede ante la presión de EEUU, sin poder tampoco salir mediante el coche de la embajada al encontrarse en un aparcamiento cercano, y con el temor de que el edificio sea asaltado por Inglaterra, lo que tendría gravísimas consecuencias entre los países afectados.
Situación Actual
Hay varios frentes abiertos. Por un lado, Londres sigue en sus trece de extraditar a Assange a Suecia para que pague por las supuestas violaciones que ha cometido. Por otro, el ministro de asuntos exteriores Ricardo Patiño anunciaba que Ecuador le otorgará el asilo político. Reino Unido no permitirá que ponga un pie fuera de la embajada, y amenaza con quitar la inmunidad diplomática a la embajada de Ecuador sino se lo entregan, y EEUU exige que se le extradite para juzgarlo por alta traición.
Hace apenas dos días, Assange compareció (despues de meses en silencio), desde un balcón de la embajada de Ecuador, donde pide que EEUU cese con “la caza de brujas” a la que le están sometiendo.
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Actualmente, el ya inhabilitado magistrado Baltasar Garzón, que ha formado un bufete pro derechos humanos, lleva la defensa de Julian Assange en los tribunales.
Garzón se mostró “preocupado por la ausencia de garantías” en el caso, ya que según parece, quiere sacar los trapos sucios y las presiones internas que las grandes potencias están generando para acabar de una vez con Wikileads, por miedo a que se vulnere nuevamente la seguridad y vuelvan a salir filtraciones “que hay que ocultar a la opinión pública”.
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