AERCO&PSM


El 30 de junio del año pasado hacía pública mi entrada dentro de AERCO&PSM como Vocal de Digitalización.

Lo hacía por la petición de varios grandes profesionales a los que admiraba y admiro, sin saber muy bien qué demonios podía ofrecer un tío de 29 años a la organización que representa al sector de la comunicación y los profesionales del social media en España.

Y ahí estaba yo, intentando aportar mi pequeño granito de arena en forma de expertise en temas técnicos.

Lo que no sabéis es que entré justo unos días antes de que la nueva junta, apenas creada hacía unas semanas, se enterase de muchos de los problemas que la asociación arrastraba de antes. Problemas económicos, por supuesto, de los que son complejos de afrontar.

Consulté en su momento con mi gestor, y él me recomendó que rechazara la oferta. A fin de cuentas, era meterme en un jaleo más que para colmo tenía toda la pinta de ir a peor.

Un año después, puedo decir orgulloso que aunque la situación no es idílica, estamos claramente en el camino adecuado.

Que lo bonito, como no, sería decir que todo ha sido un camino de rosas. Que nos fue y nos va cada vez mejor, que todo lo que toco se vuelve oro. Pero la realidad es esta. Hemos tenido que remar a contracorriente, siendo ahora cuando, todavía sin estar en el nivel en el que querríamos estar, podemos sacar la cabeza.


Y en todo este tiempo hay varios que, como cabría esperar, se han salido (o han tenido que salirse) del barco. Gente muy válida que, por uno u otro motivo, han tenido que anteponer otros proyectos a éste.

No es algo que ni mucho menos haya que echarles en cara. Uno mismo se lo ha planteado en más de una ocasión. Y sobra decir que ningún miembro de la junta directiva, presidente incluido, ha visto tan siquiera un euro por lo que por otro lado es un compromiso profesional considerable, al que tenemos que dedicarle sus horas, restándolas del resto de proyectos y robándoselas, en algunos casos, también a la familia.

Que esto se hace porque creemos en el proyecto. No hay que olvidar que AERCO&PSM nace con la vocación de evangelizar, difundir y apoyar a la formación de un sector que, recuerdo, apenas tiene un par de décadas de vida. Algo crítico si queremos que la industria evolucione y se profesionalice más allá del escenario actual, todavía muy dependiente del desconocimiento generalizado por parte de la sociedad, y con la presunción, sobre todo en el social media, de que estamos ante unas labores «que puede hacer el hijo del jefe».

En un escenario en el que si no tenemos presencia digital, seamos un profesional del sector que sea, seamos una empresa, estemos o no en búsqueda activa de trabajo, clientes o stakeholders, no existimos, la Comunicación Digital juega un papel crítico. Y el papel de AERCO&PSM como asociación es precisamente el de empoderar el trabajo de estos profesionales. De dotarles de las herramientas, y sobre todo, del ecosistema tecnológico y cultural adecuado para que puedan desempeñar su trabajo con las garantías (y obligaciones) esperables.

Tan sencillo y complejo como suena. Tan importante como parece.

La máxima de aportar siempre al resto

Este mes se celebró la última Asamblea, en la que el hasta ahora presidente José Humanes ha anunciado su dimisión.

Lo hace, como varios sabemos, por temas personales que no vienen al cuento, aunque en la Asamblea aludiera a su incapacidad para dar solución a todos los frentes abiertos que tenía la asociación.


Que a Joselito le puede la humildad, que el tío ha dado más del 100% a este proyecto, haciendo lo imposible por dar salida a los muchos obstáculos que nos hemos ido encontrando en el camino. Y lo peor de todo: consiguiéndolo.

Es muy fácil liderar un proyecto cuando éste está creciendo. Cuando los números salen, cuando todo funciona. 

Lo verdaderamente jodido, de hecho, es hacerlo cuando la perspectiva no es nada halagüeña.

Ya me jode a mi no haber podido cumplir todo lo que querría haber hecho como Vocal de Digitalización en este año (perdonar, entre otras cosas, que la web siga sin tener habilitado el directorio de profesionales), ni me quiero imaginar la presión que ha tenido Joselito.

Que no ha sido por ganas, precisamente. Pero cuando estás intentando construir algo, necesitas que la base sea lo suficientemente estable. Y si conforme más escarbas, más mierda encuentras, al final lo que tienes son timings que lamentablemente no se cumplen.

En todo caso, creo que hemos conseguido en estos meses muchísimas cosas. Quizás no todas se vean de puertas hacia afuera, pero ya de por sí el reto de conseguir sanear las arcas e incluso volver a la asociación económicamente sustentable me parece ya algo para remarcar.

Si además incluimos que este año, por primera vez, AERCO&PSM lanzó un evento, tanto presencial como vía streaming, por el día del Community Manager (ES), y que entre otras cosas, hemos renovado la mayoría de acuerdos con instituciones público y privadas del país (universidades, empresas, patrocinadores…), la cosa mejora, ¿verdad?


A nivel digital, que es de lo que un servidor más puede hablar, hemos limpiado y actualizado la web a los estándares actuales (llevaba años sin tocarse), contamos con las medidas de seguridad adecuadas (antes no había nada) y estamos a punto de ejecutar un cambio de imagen corporativa coordinado con todos los canales en los que la asociación está (que no son pocos precisamente) en el que llevamos meses trabajando, y que ya tenemos en prueba dentro de nuestro espacio de trabajo privado (que antes tampoco existía).

En fin, que todo esto para llegar al momento donde estamos ahora, con la creación de una nueva junta directiva, en la que, por petición del actual presidente, voy a vicepresidir.

La nueva cúpula de AERCO&PSM queda por tanto de la siguiente manera:

  • Julio Aliaga – Presidente
  • Pablo F. Iglesias – Vicepresidente
  • David Sánchez Paunero – Secretario
  • Paco Pérez Bes – Vicesecretario
  • Jesús González – Tesorero
  • Isidro Tenorio – Vicetesorero
  • Montse Buzón – Vocalía Dinamización de Socios
  • Alfonso Piñeiro Pérez – Vocalía de Formación
  • María Rubio – (Nueva incorporación a la Junta Directiva) Vocalía de Comunicación

A falta, por supuesto, de que veamos la necesidad (o no) de incluir a algún vocal extra.

Un paso atrás para dar varios pasos hacia adelante, que dirían por ahí.

Lo comentaba, de hecho, Julio, en el post que publicaba estos días en la web (ES):

La salida del personal dedicado en exclusiva a la Asociación, suponía una enorme cantidad de trabajo que había que repartir entre toda la Junta Directiva y reorganizar un sistema que estaba realizado para que fuera gestionado por una o dos personas, pero no por un equipo coordinado. Todo ello ha supuesto, como indicamos, una reorganización de la documentación, de los sistemas de comunicación, archivos, etc, para poder realizar las tareas necesarias por parte de la Junta Directiva de una forma que afectara lo menos posible tanto a sus/nuestros trabajos habituales como que fueran las más adecuadas para los intereses de la Asociación, sus Socios y la Profesión de Social Media.

Todo esto, ha costado enorme esfuerzo y gran cantidad de tiempo invertido por parte de todos, con un resultado muy positivo. La ingente cantidad de documentos (en papel y digitales) existente desde los comienzos de la Asociación, casi 10 años, las actualizaciones de los sistemas de trabajo en equipo, una web completamente nueva sin agujeros de seguridad, con todos los plugins, theme y motor WordPress actualizados, con la complejidad enorme de no afectar en lo posible a la información existente en la misma, regulación económica para mantener la viabilidad de la Asociación y hacerla potencialmente más efectiva, útil y representativa, y un largo etc. han supuesto un año tremendamente agotador a pesar de que son tareas y esfuerzos de los que no se notan a corto plazo y son poco agradecidos, pero una vez puesto en marcha la gestión con un motor de alta potencia renovado sólo pueden significar éxitos para la Asociación y, por ende, para el sector.

No todo en la vida tiene que ser heredar proyectos que ya ruedan por sí solos.

Es más. Lo bonito es mirar hacia atrás y darte cuenta de que, lo que a todas luces parecía el final, no es más que un nuevo y prometedor inicio.

El día a día los profesionales inconformistas, vaya. Ese viaje en montaña rusa del que hablaba en aquella otra pieza.

En eso estamos, amigos.

Como para tener tiempo para aburrirme :).