Leía este fin de semana que NTT DoCoMo (EN) estaba desarrollando un prototipo de SIM universal que serviría no solo para un dispositivo, sino para todos los dispositivos de una persona.


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La idea no es nueva, y de hecho se de buena mano que Telefónica lleva tiempo trabajando en ello. Lo cierto es que la figura de una SIM como tarjeta identificadora de un dispositivo se queda corta en cuanto el usuario de hoy en día tiene de media dos dispositivos conectados (y tirando por lo bajo). Esta situación se agravará en los próximos años, cuando además del smartphone y si eso la tablet, tengamos un nutrido grupo de dispositivos wearables y nuestra casa se vuelva un sistema inteligente (IoT), todo conectado.

Pensar por un momento en este panorama, y ahora decirme dónde entra en juego la SIM tal cual la conocemos ¿Tendríamos que tener una SIM para cada dispositivo? ¿Tiene sentido identificar cada dispositivo cuando en verdad lo que nos interesa es identificar al cliente?

Por ahí van los derroteros ¿Cómo gestionar la identidad digital de una persona indistintamente del dispositivo que tiene delante? Y la respuesta no es sencilla, pero sin duda se aleja bastante de la figura de una SIM tradicional.

Así, veo un buen acercamiento en la propuesta de la operadora japonesa, ya no en la actual necesidad de cargar con una tarjeta más en la cartera, y que con solo su roce con un dispositivo, este entienda que quien lo usa soy yo, sino ir hacia la convergencia idenficativa indistinta al dispositivo, y por adelantar un principio que bajo mi humilde opinión, podría ser el futuro de la identificación digital.

Algo físico (tarjeta, anillo, chip, lo que fuera) que sirve de identificador personal, que permite mantener diferentes tipologías de usuario (es posible que mis datos personales no quiera compartirlos con cualquier servicio, pudiendo crear perfiles de información según el nivel de seguridad e interés que me muestran), y que añade un segundo factor de seguridad (para hacerse con el control de tu identidad digital, ya no solo basta con obtener tu contraseña, sino que también tienen que robarte en persona).

Algo que como bien sabéis, llevo trabajando desde hace tiempo, y que en su día presenté en sendos artículos titulados Dibujando el futuro de la web social (I) y (II). Una idea revolucionara, para el mundo disruptor que nos depara el futuro.