Por una sola vez, y sin que sirva de precedente, me voy a permitir hablar en esta santa casa de dos temas relacionados con rumores.
Y lo hago no porque tenga certeza de que sean ciertos (que parece probable, todo sea dicho), sino porque me parecen puntos muy interesantes para adentrar dos de los cambios esperables en la electrónica de consumo, se cumplan ahora o dentro de unos años.
Entrando al trapo, por 9to5Mac (EN) hablaban de que el próximo MacBook Air, vendría con dos únicas entradas: Un conector USB de tipo C y el típico de los auriculares.
¿Qué quiere decir esto? Que pasaríamos a disponer de USB únicamente cuando no lo estemos cargando (USB Type C es USB 3.0, y por ende, hace las veces de cargador).
Que sí, que bien sea la propia Apple, bien sean terceros, si al final el rumor se hace realidad ya sacarán algún conector múltiple (USB 3.0 es compatible con esta funcionalidad), pero en todo caso me parece interesante porque podríamos estar ante el principio del fin de los USBs como entrada por defecto para periféricos, en favor de conexiones inalámbricas.
Y en esto Apple tiene experiencia. Que yo sepa, fue el primero en vender masivamente un ordenador sin disquetera, y también el primero (aquí ya no puedo decirlo tan alto ya que desconozco si alguna firma japonesa o china tendría algo por el estilo que no llegó a cuajar en occidente) en vender un portátil sin lector de CD/DVD.
Dos elementos hasta el momento básicos para la compartición de información entre dispositivos. Dos estándares de la industria, que encontraron en Apple la horma de su zapato.
En los dos casos, hubo una crítica clara al movimiento por parte de la industria y de los consumidores (como la habrá si al final el rumor se hace realidad). Y en los dos casos la industria y los consumidores se acabaron adaptando, apostando por tecnologías que en aquel entonces estaban despegando.
¿Pasará lo mismo ahora? Pues podría, sinceramente. La mayoría usamos los USBs para o bien conectar periféricos de entrada como el ratón o el teclado, o bien para enchufar un lápiz y pasarnos documentos. Nada que no se pueda hacer hoy en día con otras tecnologías como Bluetooth, NFC o Cloud.
¿El segundo rumor del que quería hablar? Sobre el aparente interés de los de Cupertino de abandonar procesadores Intel en favor de ARM (EN) para parte de su repertorio de OS X.
Recordemos que Apple es uno de los grandes que ha apostado por ARM, y que de hecho hoy en día diseña (que no produce) al 100% sus propios procesadores para dispositivos móviles.
Dar el paso del mundo móvil al mundo portátil tendría sentido principalmente en los MacBook Air, donde la perspectiva de curva autonomía/disipación/potencia acaba tornándose más hacia lo primero.
¿Que conllevaría este cambio? Principalmente la incompatibilidad con todo lo que hay actualmente desarrollado para OS X, lo cual no es moco de pavo. Pero de nuevo, tiro de la máquina de tiempo para recordarle que en tecnología Apple hemos vivido ya tres cambios históricos de tecnología (ese paso de Intel a PowerPC y la vuelta (ES) de hace unos pocos años). Tres cambios graduales, muy bien controlados por la compañía, y que permitieron a todo el ecosistema de software adaptarse.
Lo que sí me preocupa es que si al final vemos un cambio en este sentido, además de constatar de cara al sector que ARM ha sabido evolucionar tan rápido que incluso es capaz de comerse el mercado propio de Intel, el del escritorio, conllevaría la incompatibilidad con los sistemas de virtualización, que son precisamente lo que hace atractivo a Apple en el mundo coorporativo, y más particularmente en el sector tecnológico.
Si pasamos de arquitecturas x86 a ARM, perdemos interoperatividad, y por ende, nos encapsulamos (hasta que el resto de mercado siga a Apple…) en sus dominios. Lo que haría que las empresas que usan dispositivos Apple por la estabilidad de sus sistemas y virtualizan entornos de desarrollo Windows o Linux para testear o mantener servidores se encontrarían con una sorpresa muy pero que muy desagradable.
¿La solución? Llámeme loco, pero apostaría que en la mesa de alguno de los ingenieros jefe de Cupertino están los diseños de procesadores híbridos. Híbridos como el que vimos en esos primeros PowerPC de hace una década, o el que vemos en el actual A8 de los iPhone.
Híbridos que permitirían trabajar con un ARM de baja potencia (ergo más autonomía y disipación de calor) para las tareas sencillitas (por ejemplo, navegar o consultar el correo), y activar el x86 para labores más pesadas o que precisen del ecosistema de procesos de Intel.
Todo de forma opaca al usuario, como ocurre hoy en día con los dispositivos de doble tarjeta gráfica (la integrada para lo sencillo, la potente para cuando se precise).
Puesto que Apple diseña sus propias placas base, “tan solo” tendría que recolocar los componentes de forma que el controlador llamase a un u otro procesador según el proceso a computerizar. Con eso ahorramos corriente, mantenemos más refrigerado el sistema, y tenemos lo mejor de los dos mundos sin sacrificar nada (bueno, quizás dinero, que todos conocemos los amplios márgenes del negocio de Apple 🙂).
¿Cómo le queda el cuerpo?
Tómelo como lo que es. Una locura de un servidor, basada en algunos pequeños movimientos que veo por ahí. Técnicamente sin duda es posible. Ahora lo que no puedo decir es que lo veamos este año, lo veamos el año que viene, o dentro de cinco.
En todo caso, aquí queda escrito.
Qué empiece el juego :).
Edit a día 9 de Marzo del 2015: Apple acaba de anunciar su nuevo MacBook con un solo puerto (EN). Empieza el fin de los USBs :).
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Yo creo que Bluetooth, NFC o la tecnología que venga no sustituirán a USB hasta que no permitan prescindir de la necesidad de pilas o baterías para funcionar (o que estas se carguen con esa misma tecnología mientras los estas usando)
Ahí están las cargas por inducción, que podrían ser una salida interesante, principalmente para los dispositivos wearables.
El tema es que el USB como protocolo de compartición de archivos se está quedando anticuado, y ahí donde sea necesario reducir dimensiones a favor de mayor autonomía y menor peso, quizás tenga sentido.
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