Estaba pensando un título para esta entrada y al final me he decantado por este frente a otros que hablaban de streaming y convergencia.
La idea que subyace del mismo surge precisamente de dos movimientos recientes del sector que se unen al historial de anuncios de este año, y que apuntan a un futuro cercano en el que las prestaciones técnicas de un dispositivo pierdan peso incluso a la hora de valorar la compra del mismo.
Para ponernos en antecedentes, Adobe presentaba esta semana pasada Project Photoshop Streaming (EN), o lo que es lo mismo, la virtualización de la suite Adobe y su uso mediante navegador (por ahora Chrome versión 35 o superiores). El paso es la culminación de ese proceso que hemos vivido con otras suites de productividad como Office, de aquel anticuado pago por producto al pago por servicio, y que poco a poco pasará al pago por servicio en streaming.
¿Qué ocurre entonces? Pues que para la mayoría de usuarios intensivos de la suite Adobe, de repente la necesidad de comprar un terminal con unas características técnicas de infarto (quien se dedique a la edición de vídeo o la animación sabe de lo que hablo) queda relegado a un segundo plano, volviéndose más importante la estabilidad de una red de fibra decente en el puesto de trabajo.
Se delega por tanto el procesado de las acciones del usuario en servidores de terceros, que están optimizados precisamente para esto, y las barreras de usabilidad recaen en la conectividad y no en el hardware con el que contamos. Se acabó eso de comprar un nuevo dispositivo cada unos tres o cuatro años.
Por supuesto, hay más referentes en otros sectores aledaños, como el de los videojuegos y en definitiva en el sector servicios, sobre todo aquel enfocado a análisis de big data y la repetición rutinaria de las mismas tareas (como puede ser la figura de un servidor de correo empresarial o el mantenimiento de un espacio de trabajo colaborativo).
El segundo punto, es la presentación de Windows 10 (el 9 parece que se lo han comido), y su apuesta por Continuum (no sea mal pensado, que no tiene nada que ver (aunque lo parezca) con continuity de OS X/iOS). Básicamente, el sistema reconoce cuando el usuario está utilizando periféricos como teclado y ratón o no (nada de inteligencia, simplemente un control if/else) y adapta la interfaz a las necesidades (versión escritorio para los primeros, versión maximizada para favorecer la experiencia táctil en los segundos).
Es decir, por un lado streaming de servicios, y por otro, convergencia escritorio/móvil. Bajada de precios en el mundo hardware, que viene de la mano de una necesidad cada vez más crítica de reducción de requerimientos (es lo que tiene seguir usando las baterías de ion-litio) y a la paulatina dominación de ARM (recordemos que ya tenemos de 64 bits) frente a procesadores “de la vieja escuela“.
El mercado del software gana peso frente al del hardware (hace unos años era precisamente al contrario), y vaticina ese panorama en el que el usuario llevará su smartphone (o como quiera que se llame) en el bolsillo, pudiendo conectarlo (por conexión inhalámbrica, espero) a un monitor y un teclado para seguir trabajando desde el escritorio. La mayoría de programas ya correrán vía streaming, por lo que únicamente necesitamos ese SO multivalente, que se adapta a cada situación.
¿Qué nos falta para llegar a ello? Sobre todo, echo en falta una mayor compatibilidad entre sistemas operativos. Quiero pensar que Java no será el lenguaje del futuro, o en caso de que sea, habrá evolucionado lo suficiente para ser óptimo y no consumir barbaridades con su máquina virtual. En su momento la compatibilidad vino dada por los servicios de internet, y quizás en el futuro próximo siga siendo así. En tal caso, dependemos de unos navegadores que ya se han vuelto casi el escritorio de la mayoría de usuarios, y que podrían llegar a desplazarlo (Firefox OS o Chrome OS son dos claros ejemplos).
Y en definitiva, la tendencia creo que juega a nuestro favor. Al menos en cuanto a productividad y flexibilidad, porque a nivel económico puede que nos veamos resentidos (no es lo mismo pagar una salvajada por comprar algo, que pagar muy poco al principio y un gasto mensual, que aunque sea mínimo, es periódico).
Muy bueno y definitorio de tendencias a corto y medio plazo (corto para los más avispados y medio para los que les pille el toro y vean como si no pasan por el aro pierden capacidad y productividad con respecto a su ecosistema de negocios).
Y sin embargo, veo que no hablas de las capacidades de ancho de banda en general, más bien de la falta de la misma. POr lo que he oido en nuestro país no van tan mal como creemos, sin embargo se me antoja insuficiente. ¿Es cierto esto? ¿Crees que la tendencia de los fabricantes de software están teniendo esto en cuenta?.
He de decir que estoy deseando poder realizar los cambios en mi modelo interno de negocio y productividad para poder aprovechar esta tendencia lo antes posible, y esta duda es la que me tira pa’ tras de momento un poco.
Un abrazo,
Julio
Youtube no fue la primera plataforma de streaming de contenido audiovisual, pero sí la primera que pegó fuerte en el momento adecuado, cuando la conectividad de la mayoría de países de potencias económicas habían dado el paso al ADSL.
A bote pronto, y en el caso que nos compete (España), hay varios puntos que complican la situación.
Por un lado, donde antes había unas cinco operadoras que suministraban internet, para el año que viene tendremos básicamente tres. Menos competencia, mejor para las teleco y seguramente peor para el resto.
Por otro lado, la llegada de 4G es una realidad, y viene forzada precisamente por el fajo de billetes que están soltando tanto gobierno como las grandes compañías de internet, precisamente porque con una conexión de subida de menos de un mega el streaming de servicios, según sea su nicho, se vuelve lento y pesado.
Fibra o 4G están cada día más a mano (y lo estarán, porque hay interés de que pase a ser una commodity), y con ello vendrán cada vez más servicios en streaming. Eso unido a la propia evolución de la web, que ha pasado de un procesador de texto e imagen a auténticas plataformas operativas.
¿Que cuando será? Sinceramente, esto ya es hacer cavilaciones. Los servicios online llegaron para quedarse en unos cinco años. Este nuevo paso (que en realidad no es tan nuevo) ya es tecnológicamente posible (tanto de cara al servidor como de cara a la gran mayoría de clientes), y falta ver si el sector masivo de consumo está de acuerdo en pagar licencias periódicas. En tu caso, entiendo que enfocado a nichos más empresariales, seguramente partas con ventaja (ya que la opción de pirateo no siempre se ve con buenos ojos).
Pero por supuesto, ahí entra la mañana que se tenga al diseñar el sistema y sobre todo la optimización del mismo. Ya que la idea es olvidarse del hardware del cliente y que sea el servidor quien ofrezca la inteligencia. Y eso requiere latencias bajas, balanceadores de carga efectivos y sobre todo, que aporte más valor que la postura tradicional de trabajo en local (quizás flexibilidad, reducción de gasto en mantenimiento interno y recursos humanos,…).
Oido y entendido Pablo. Gracias 🙂