venta amazon libros pirateados

Ponte en situación.


Eres uno de nuestros autores en Ediciones PY, y revisas de vez en cuando tu perfil de autor en la plataforma de Amazon para ver si alguien te ha puesto alguna reseña, y poder responderle.

En su día te ayudamos a autopublicar tu último libro, tanto en versión ePub (digital), como en la versión en tapa blanda (es lo que solemos recomendar a los autores), y desde entonces ha tenido bastante buena acogida.

El caso es que un buen día, al entrar a tu perfil, te das cuenta de que además de poder comprar tu libro en versión digital, y en tapa blanda, existe otra versión del mismo en tapa dura.

Amazon la muestra, de hecho, en una de las pestañas de la propia ficha del libro. No es que tengas que hacer una búsqueda separada. El posible lector interesado en tu obra está viendo que hay tres versiones de tu libro.

Y para colmo, la versión en tapa dura, que por razones obvias es siempre más cara (mayores costes de impresión y mayor peso), es hasta más barata que la que te subimos en tapa blanda.

Por supuesto, nos escribes al momento, y tras confirmar de que, en efecto, no hemos sido nosotros, me toca darte la mala noticia: Te han pirateado el libro. Y lo están vendiendo en la propia Amazon como si fuera de ellos, mientras Amazon mira para otro lado.

El doble rasero de Amazon

Es por todos conocido que desde hace unos años Amazon tiene un problema con la gestión de su plataforma.


Sobre el negocio que hay tras las reseñas falsas de producto, sobre los numerosos fraudes con productos en venta que no existen, y sobre el timo del brushing, ya hemos hablado largo y tendido en otros tutoriales, así que me voy a centrar en este en otro de los tres grandes problemas que presenta el gran marketplace minorista, que no es otro que su deficiente gestión de los productos copiados o robados en venta.

Básicamente, y por simplificarlo mucho, Amazon en su día implementó una suerte de sistema de identificación unitario a cada producto, de manera que una vez que eres vendedor en la plataforma (ya sea de libros, como era el caso que puse arriba, como de cualquier producto), puedes subir tus productos creando un nuevo contenido (nombre, descripción, características…) para el mismo, o “sincronizándolo” con uno que ya esté subido.

Esta medida ha sido históricamente defendida por la compañía argumentando (y hay que reconocerle que tiene razón en ello) que reduce las duplicidades de productos en las búsquedas además de facilitarle la toma de decisión al usuario, y de paso, parte de la complejidad que tiene el subir todo el catálogo de una tienda.

Como la mayoría de productos se producen hoy en día en cadena, y por tanto comparten buena parte de nomeclaturas y características, parece lógico pensar que tiene sentido unificar, por ejemplo, un mismo modelo de portátil con una ficha conjunta, aunque lo vendan diferentes tiendas, y que sea el usuario quien, a base de elegir qué combinación de prestaciones necesita (que si RAM de tanto, que si disco duro de tanto, que sí…) pueda luego decantarse por uno u otro vendedor según al precio que lo venda y según el tiempo de envío o la credibilidad que le dé.

Hasta aquí, todo correcto.

El problema surge de los usos malintencionados de estas agregaciones.

Con el tema de las reseñas ya lo comentamos. No es raro hoy en día encontrarse con productos claramente defectuosos que se venden como si fueran todo un éxito, con miles de reseñas positivas, para que luego, si ese posible comprador revisa en profundidad lo que dicen estas (muy poca gente lo hacemos) se dé cuenta de que realmente no están hablando del mismo producto, sino de otro.


¿Cómo ocurre esto? Pues porque o bien ese vendedor compró la ficha de otro producto que ya contaba con dichas valoraciones, o bien creó el producto como si fuera ese, asociándose a las reseñas de ese producto, y más adelante cambió el contenido para vender otra cosa.

Es aquí donde la política de Amazon me chirría.

Aseguran que hacen todo lo posible para enmendar este tipo de acciones, pero en cambio, una búsqueda rápida por los típicos chollos tecnológicos en la plataforma (por citar un sector que controlo bastante) hace que encuentre algún que otro de estos pseudo-timos.

Y este mismo doble rasero (desde Amazon dicen que luchan encarecidamente contra el fraude en su plataforma, pero luego no lo vemos reflejado en una mejora sustancial en la calidad, más bien todo lo contrario, y ellos siguen facturando lo que facturan gracias, en parte, a estos caraduras que venden en su plataforma) llega hasta el colmo de los colmos con la piratería de libros y la venta de terceros.

ejemplo fraude venta libro

PIratería de libros y venta de terceros en Amazon

Puedo comprender que gestionar una plataforma con millones de productos subidos por terceros no es fácil. Pero por otro lado, Amazon es una de las empresas más valiosas del mundo.

Si alguien lo puede hacer, es ellos. Eso sí, tendrán que contratar más personal y mejorar (o mejor dicho, querer mejorar) sus sistemas de control.

Pero es que con la industria literaria el tema ya se ha ido de madre.


Por si no lo sabes, cuando subes un libro a Amazon usando su plataforma de publicación (hay otras maneras, aunque esta es la más habitual para autores y pequeñas editoriales), puedes elegir que tu libro se distrubuya en lo que Amazon llama “Distribución ampliada”.

¿Qué quiere decir esto?

Pues que además de venderse en Amazon (lógicamente), se le permite a una serie de grandes retailers su venta dentro de la plataforma y, ojo, también fuera.

Empresas, para que nos entendamos, como la estadounidense Wallmart, o la francesa Fnac, que contarán con tu libro en sus bases de datos, pudiendo comprar el lector el libro directamente a ellos.

Por supuesto, ese libro es sensiblemente más caro que la versión original. A fin de cuentas, y aunque al autor le deje algo menos de margen, el único distribuidor oficial es el propio autor o la editorial. Los demás son revendedores, que aumentan el coste del producto para quedarse con un margen.

Es cierto que, rizando el rizo, hay algunos escenarios que potencialmente podrían ser hasta cierto punto injustos, y que estas compañías aprovechan, y es que ya nos ha pasado en alguna ocasión que al publicar nuestra novela, aparecen primero ellos como vendedores, haciendo que en la ficha de producto el libro tenga aparentemente mayor coste (nosotros, que somos la editorial, aparecemos como segundos al coste oficial). A los pocos días se arregla, pero es probable que arañen así algunas ventas extra de aquellos que están sedientos del nuevo lanzamiento.

Eso y que si el libro temporalmente lo sacamos de la venta, ellos siguen pudiendo venderlo (entiendo que durante unas semanas).

No pasa siempre, no obstante, pero quería dejarlo por aquí.

En todo caso, es una opción que me parece totalmente lógica, y para más inri es opcional, así que es el autor, o la editorial, quien decide si apuntarse o si no (un servidor, por ejemplo, lo tiene activo en todas sus novelas).

Ahora bien, el problema surge cuando unimos esto con la funcionalidad comentada en el apartado anterior de este artículo.

De pronto, cualquiera podría revender tu obra, y por tanto, aparecer como opción de compra a la hora de realizar el pedido.

Esto per sé no debería ser un problema, porque a fin de cuentas tú eres el distribuidor original, y por tanto, el resto de revendedores o venden a pérdidas (en cuyo caso el problema es suyo, ya que tú vas a recibir siempre lo mismo por cada compra que hagan ellos), o lo venderán más caro, por lo que probablemente tú sigas apareciendo el primero como vendedor principal.

El tema es que ya no es la primera vez que nos encontramos con libros que son editados a partir de manuscritos pirateados (o directamente otro libro), con una calidad muchísimo más baja que la oficial (de algún sitio tienen que bajar el coste), y que se ofrecen como originales.

Uno de los últimos casos que he oído sobre ello fue el de Alex Xu, un ingeniero de sistemas que tiene varios libros técnicos publicados, y que se enteraba exactamente igual que he narrado al comienzo de esta pieza de que uno de sus últimos libros tenía además versión en tapa dura, aunque él, por supuesto, no la había diseñado.

La tapa dura, como te he explicado, se vincula al perfil oficial del libro, y para colmo se vende a menor coste que la tapa blanda, por lo que muchos lectores acaban comprándola, y luego quejándose de que viene con muchas faltas de ortografía y una calidad de imprenta que deja muchísimo que desear.

Todo esto no solo hace que el autor pierda dinero, sino que encima reduce la valoración global del libro, al estar esa versión pirateada disponible como principal opción en la ficha del libro, y la gente como es normal se queja de su calidad.

Xu por supuesto se ha puesto en contacto con Amazon, también públicamente, en varias ocasiones, y el problema persiste.

Hace meses Brais Moure, un influencer español también del sector techie, le ocurría algo semejante con su libro: Alguien lo había subido a la plataforma pirateado, ocultando cualquier mención a su autor original, y también a menor coste.

En ese caso, y seguramente debido a la caña que le dio en redes sociales a Amazon su comunidad, consiguió que el libro acabase eliminándose.

Es Amazon quien debe y puede solventarlo: solo tiene que querer y dedicar los recursos necesarios

Todo esto no deja de ser un ejemplo más de los problemas que está entrañando la gestión de un marketplace tan masivo como el de Amazon.

Un problema que requiere determinación por parte de la compañía para solventarlo.

Una determinación que públicamente aseguran tener. Pero que luego, en la práctica…

Al menos en productos tan sensibles y poco estandarizados como es la venta de libros que se realizan mediante el sistema de autopublicación de Amazon (no me refiero a los que subes desde fuera, sino los que es la propia Amazon quien se encarga de su imprenta y distribución) no tiene sentido que terceros puedan revenderlo.

Pero claro, esto supone menores ingresos para la compañía. A cambio de mejorar la calidad de su plataforma.

En fin, que como decía, falta que sea la propia Amazon quien mueva ficha.

Por si te has quedado con hambre de más…

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Por último, que sepas que todas estas novelas, junto con la de otros autores, las estamos publicando con el Sello Editorial de Autopublicación Ediciones PY. Si tienes un libro y necesitas ayuda para materializarlo en papel y distribuirlo a nivel mundial, escríbenos.

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