profiling


Tenía a medio terminar un artículo de seguridad para hoy (muy, pero que muy relacionado con este tema), pero el anuncio de la compra de AOL por parte de Verizon me ha podido.

Y me ha podido por la sencilla razón de en casi todos los medios donde lo he leído (y han sido unos cuantos), “analizan” la compra como una manera de controlar lo que se dice de la teleco. Nada más lejos de la realidad.

El movimiento, de por sí, entiendo que cree suspicacias.

AOL, dueña de muchos de los grandes medios que todos leemos (Engadget, TechCrunch, The Huffington Post) es comprada por Verizon, uno de los gigantes de las telecomunicaciones, por 4.400 millones (EN).

Calderilla para una teleco, vamos…

¿Qué podría ver una empresa cuyo grueso del negocio son las comunicaciones en una empresa histórica relegada a gestor de contenido? Y la respuesta rápida y aparentemente obvia es que Verizon busca controlar lo que se dice de ella.

Una teleco que cuenta, de pronto, con buena parte de la artillería que su potencial cliente consume para lanzar campañas publicitarias, o para despotricar de la competencia cuando haga falta.


Una línea editorial, que antes podíamos considerar “objetiva” (todo lo objetivo que puede ser un medio que vive de ello), lateralizándose a favor de uno de los grandes de las comunicaciones.

Unos periodistas, enfocados principalmente en el sector tecnológico, pagados por una única empresa cuyo negocio pertenece también a ese sector.

Pero se olvidaron que hay un aspecto aún más trascendente detrás de la compra, y que Terence Kawaja (EN) sacaba a relucir tan solo unas horas después del anuncio.

AOL ADS

AOL es una de las plataformas de publicidad más valiosas del mundo digital.

Estamos ante una de las plataformas de publicidad más grandes y lucrativas que existen. Una maquinaria que trabaja tanto a nivel interno (sus propios medios, que para colmo son de los más importantes en su sector), como en terceras partes, mayormente apoyado por aquellos descontentos que vienen de Google Adwords.

Porque he aquí la cuestión. AOL es de las pocas empresas que puede hoy en día pensar en competir con Google en su terreno, el de la publicidad.


Cuenta con su propia plataforma de vídeo (ergo no depende por tanto de Youtube), está escalando a un ritmo considerable (a diferencia de Google (ES)) y cuenta con el beneplácito y flexibilidad de poder utilizarse en plataformas de terceros (algo que echa de menos Facebook, encasillado en sus murallas).

¿Qué le falta precisamente a AOL? Lo que le falta al resto de OTTs. Presencia en el mundo físico. Y aquí es donde entra Verizon.

Con AOL, Verizon se vuelve la mayor plataforma de profiling offline/online

Aquí está la miga del asunto. Si unes una de las más grandes plataformas online de publicidad (de hipersegmentación de targets), con el conocimiento que una operadora tiene de nuestros hábitos, consumos y costumbres en el mundo físico (y que rara vez consigue monetizar fuera de las molestas llamadas para ofrecerte supuestas ofertas), en la práctica tienes la herramienta perfecta para espiar masivamente conocer y segmentar a los usuarios.

Ya no hablamos por tanto de hacer apaños entre flujos de conversiones online/offline, sino precisamente de comprobarlo empíricamente. De que el Big Data sirva, efectivamente, para algo más que para sacar conclusiones basadas en una parte de la tarta.

La separación entre digital y físico se acorta por momentos. Un conocimiento íntegro de toda la experiencia y ciclos de alimentación de una acción.

Ya da igual que empiece en el mundo físico para acabar en el digital (típico ciclo en escenarios de showrooming) o viceversa. Incluso que salte de un lado a otro. El target podrá ser monitorizado en los dos supuestos, contextualizándolo acertadamente. Entendiendo en qué etapa del embudo se encuentra, para enfocar los recursos adecuados en que la acción se resuelva exitosamente… para la compañía.

La plataforma definitiva de ad-tech. El sueño húmedo de Google, de Amazon, de Facebook, de Twitter,… y en definitiva de cualquier empresa que se precie.


Sabe de lo que estamos hablando. Del control íntegro de la información, no de tener que comprar esta a terceros o de hacer cavilaciones con aquello que nos falte.

Hacia ahí se dirige Verizon con la compra de AOL. A transformarse en LA plataforma de profiling que todos desearían tener.

¿El cómo unir mundo físico y mundo digital? Muy sencillo, pero me lo guardo para mostrárselo en el artículo de mañana, que lo tengo a medio escribir.

Por ahora quédese con lo comentado, y no con las primeras impresiones: Verizon compra AOL no por controlar el contenido, sino por su ad-tech. Por volverse la compañía de profiling definitiva.