Youtube Cards


Nuevo artículo que publico en SocialBrains, y primero de esta nueva etapa en la que llevaré la parte de marketing de contenidos de la empresa (otra de las patas de mi trabajo). Motivo de ello, seguramente no compartiré por aquí todo lo que escriba allí, y únicamente traeré algunos artículos que por su interés y afinidad con los temas tratados me parece interesante compartir en mi espacio personal. Como esta vez, en la que hablamos sobre algunos movimientos recientes del sector que apuntan a la evolución del vídeo como formato interactivo.

Uno de los grandes inconvenientes que ha presentado este medio desde sus orígenes, afianzado en la ideología (y las restricciones tecnológicas) a ser un mero formato de consumo pasivo. Nada más lejos de la realidad.

Los tiempos cambian, y tecnologías como la superposición de elementos interactivos, el vídeo 360 y los dispositivos de realidad aumentada y realidad virtual abren un abanico inmenso de posibilidades para el que es, y con vistas al futuro cercano, será, uno de los formatos estrella para la comunicación asimétrica en el mundo digital.

A continuación, el artículo:

Experiencia enriquecida e interactividad frente al visionado de vídeos

Por Pablo F. Iglesias

Llevamos un mes de no parar. Si hace poco hablaba sobre la paulatina hegemonía del vídeo como formato de uso mayoritario en la gran red social (la de Facebook, por si andas despistado), tren al que se están subiendo cada vez más servicios con carácter difusor y/o comunicativo, este mes Youtube anunciaba dos movimientos muy a considerar para el futuro del vídeo en internet.

El primero, de hace una semana, informaba que desde ahora, Youtube tiene la capacidad de reproducir vídeos grabados en 360 grados (EN). Vídeos que pueden ser embebidos en cualquier página (como el que tenemos justo debajo de estas palabras), y cuyo único cambio a nivel de interfaz es un diminuto joystick en la esquina superior izquierda que empuja al usuario a interaccionar, a moverse dentro de la acción, a formar parte del espectáculo.


El segundo, la llegada de las Google Cards, las tarjetas presentes en la mayoría de servicios de Google como Android o Google Now, a Youtube (EN). 5 nuevas tarjetas que se superponen al vídeo, ocupando un margen derecho semi-transparente, y cuya función es animar, nuevamente, al espectador, a realizar algún tipo de acción. Desde visitar una página específica que en ese momento se está recomendando en el vídeo, como enlazar otro vídeo o playlist, vender un producto, pedir donaciones o recaudar fondos. Y por cierto, visibles tanto en versiones escritorio como móvil y apps.

Y es un cambio de paradigma sin precedentes ya que históricamente, y debido a las restricciones tecnológicas, este formato ha estado fuertemente anclado en la pasividad.

Enriquecíamos el vídeo no con elementos propios del vídeo, sino con formatos externos (cajón de comentarios, botones de compartir,…). Pero frente al vídeo, hasta ahora, lo único que podíamos hacer era sentarnos y disfrutar.

Ahora metamos en la ecuación la feroz evolución que está sufriendo la realidad aumentada, con proyectos de la talla de Ingress, y sobre todo, la irrupción en el mercado de dispositivos de realidad virtual. Oculus Rift no fue el primero, pero sí fue el primero en dar un toque de atención masivo sobre el valor que esta tecnología ofrecería en los próximos años. Y al carro se han subido recientemente Samsung (EN), Valve (EN), Sony (EN), Microsoft y en definitiva la mayoría de grandes tecnológicas.

Y lo mejor de todo, es que estamos aún a las puertas de lo que nos va a deparar un medio tan directo y potente como es el vídeo.

¿Reconocimiento automatizado de vídeo? Aún en pañales, pese a que será lo que nos de de comer a muchos del sector de aquí en adelante. ¿Análisis pasivo, categorización y etiquetado de contenido audiovisual? Más de lo mismo. ¿Inteligencia artificial capaz de comprender en tiempo real qué ocurre en una escena? ¿Traducción simultánea y sonora, emulando la voz de nuestro interlocutor, en videollamadas, series o películas? ¿Quieres que siga?


Se acabó, por tanto, eso de ser espectador pasivo. El vídeo de hoy demanda interactividad. Busca inmersión.

Y tocará actualizarse, amigos del SEO y de la analítica, porque hay un nuevo Rey en Oriente.

Un Rey que desterrará el posicionamiento artificial basado en elementos externos al propio medio audiovisual (es sin duda más importante lo que el vídeo quiere transmitir que los metadatos, descripciones y etiquetado manual que propone el productor).

Un Rey al que será cada vez más difícil engañar, ya que sus súbditos, antes esbirros analfabetos, ahora comprenden el lenguaje humano, y mañana tendrán ojos y olfato.

Que empiece el juego.