El miércoles pasado salía al mercado Windows 10, la promesa de la nueva Microsoft por volver a interesarnos por el SO de escritorio, y por acercar esta arquitectura a los tiempos de movilidad que estamos viviendo.
La verdad es que empecé el día bastante bien, con el firme propósito de no actualizar hasta que pasaran una semanas, se liberaran los parches oportunos (por cierto, el primero, ayer) y se estabilizaran los errores típicos de las primeras versiones, pero conforme pasaban las horas la espera se me hacía eterna, y a eso de la tarde/noche, aprovechando que formo parte del programa Insider de la compañía, actualicé mi HP Spectre x360 a la nueva versión (soy débil, lo se :)). Para colmo al día siguiente salía hacia Madrid, donde estaría casi una semana, así que podemos considerarlo toda una declaración de confianza (o una temeridad), más a sabiendas que tendría que trabajar desde el portátil sí o sí.
Un breve resumen de lo vivido
¿La experiencia de estos días? La adecuada. Para alguien que en su día ya dijo que Windows 8 había sido una gran idea con muy mala implementación, Windows 10 me ha encantado. Es sin lugar a duda el SO de escritorio más avanzado que tenemos en la actualidad, a años luz de mi querido OS X, por mucho que «El Capitán» vaya a llegarnos dentro de unos meses, y ya ni hablemos de la mayoría de distros de Linux.
La ejecución del botón de inicio con la interfaz metro es muy, muy adecuada. Vuelve lo de siempre, pero además tenemos acceso a las «tejas» de Windows, que podremos agrandar o minimizar, que serán fijas o mostrarán información, según los desarrolladores hayan o no incluido inteligencia en las mismas.
También tenemos (¡al fin!) la capacidad de gestionar escritorios de forma nativa en Windows. Tengo que reconocer que soy más de trabajar con pocos elementos abiertos (soy un maniático del orden), motivo por el cual hasta he eliminado el icono de la barra (para lo que lo voy a usar, los atajos del teclado me bastan y me sobran), pero es algo en lo que Microsoft siempre ha ido por detrás, y que ahora, sin ofrecer ninguna innovación al respecto, se ha puesto al nivel del resto de sistemas.
Eso de estar haciendo tus cosas, y pedirle mientras a Cortana que te ponga música. Sin dejar de hacer tus cosas. Usando una nueva interfaz (la vocal) para comunicarte con el sistema.
O la interacción que tiene con Edge, el nuevo navegador de Microsoft, y que recuerda poderosamente a ese próximo Google on Tap que los de Mountain View presentaron en el IO de este año. Hablamos de una capa de contextualización ahí donde estemos trabajando, que aparece solo cuando en verdad lo necesitamos, que es capaz de mantener una conversación más o menos adecuada (al menos en Español, delega a las búsquedas en internet tan pronto la pregunta se complica lo suficiente), y que evitará el clásico caso en el que tenemos que abrir una nueva ventana para dar solución a una duda puntual que se nos presenta.
Y sin olvidarme de la experiencia táctil. Para alguien que trabaja desde un ordenador de escritorio, la experiencia seguirá siendo la de siempre. La cosa mejora sumamente cuando estamos ante una tablet, o mejor aún, frente a un convertible. No hay nada más cómodo que el que sea el propio sistema quien se de cuenta en qué formato estamos trabajando, y adapte tanto la experiencia como la interfaz a nuestras necesidades. ¿Que quieres trabajar como un portátil? Pues interfaz de escritorio de toda la vida. ¿Que te pones en modo tablet? Aumentamos el tamaño de los iconos y menús, y de paso transformamos el escritorio en un entorno «más tabletizado». Y si giras la pantalla, adaptamos la experiencia a esa nueva distribución. ¿Que quieres un híbrido? Pues mantenemos la lógica del escritorio, pero aceptamos de buena gana esos gestos táctiles. Todo automático, sin que tengamos que hacer nada para pasar de uno a otro modo. Así sí.
¿Qué no me ha gustado?
Precisamente esa configuración inicial, cargada de aplicaciones universales que previsiblemente no usarás en tu vida, y que en algunos casos, «caducaban» a partir de septiembre.
Justo después de instalar Windows 10 te va a tocar repasar todas las nuevas aplicaciones que tienes instaladas, y decidir con cuáles quieres quedarte.
Y no ayuda nada que estemos ante la primera iteración de SO tablet/escritorio. Hay inconsistencias de usabilidad que hacen duplicar menús, como el Panel de Control (un clásico en Windows) y la nueva aplicación Configuración, o el Reproductor Multimedia y la aplicación Películas y TV, o Photo Gallery y Fotos,…
Duplicidad de herramientas que hacen prácticamente lo mismo, y que en algunos casos no puedes desinstalar.
Sin olvidarnos de que hay un nutrido grupo de programas «clásicos» que no han recibido la esperable actualización de interfaz. Podría hablar nuevamente de ese Reproductor Multimedia, que entiendo acabará desapareciendo en futuras versiones, pero también me ha parecido curioso que el Bloc de Notas siga tal cual habida cuenta que todavía es algo que el usuario utiliza (¿para cuándo dejar Code o Notepad++ como bloc de notas por defecto, Microsoft?), quizás con la idea de que sea abandonado en favor de OneNote.
Pero seguramente lo que más ha mosqueado a la mayoría de usuarios de Windows 10 sea la configuración por defecto, bastante proclive a barrer para casa, y hasta cierto punto difícil de remediar debido, nuevamente, a esas inconsistencias en los menús de configuración.
Titulares de la talla de «Microsoft Windows 10 te espía por defecto» (EN) parten de algunos hechos ciertos para llevarlo al extremo.
Así, me parece interesante terminar este artículo con algunas de las configuraciones a considerar que por defecto vienen predefinidas en Windows 10, y que podrían ser consideradas «peligrosas» para nuestra privacidad.
- Sincronización con tu cuenta: Es la primera parada de todas. He oído muchas quejas sobre el uso que le da Microsoft a la sincronización de cuenta. Tan pronto accedemos a nuestro usuario desde una cuenta de la compañía, esta se conectará a internet para recuperar diferentes personalizaciones que se guardan automáticamente en la nube. Configuraciones como las WIFIs donde nos hemos conectado, el diseño de la interfaz, las opciones de privacidad, navegador, favoritos, ventanas abiertas en sesiones anteriores,… Si queremos evitar esto, es tan sencillo como conectarse con una cuenta local. También fue muy sonada esa compartición de nuestras WIFIs con los amigos que tengamos en nuestra cuenta. La decisión es hasta cierto punto aceptable (se entiende que si es nuestro amigo, no nos importará que cuando llegue por ejemplo a nuestra casa pueda conectarse a la WIFI automáticamente), pero parte de la hipótesis de que nuestros amigos digitales son en verdad amigos en la vida real. Para desactivarlo, y presuponiendo que no estás ya logueado en una cuenta local, basta con desmarcar la compartición tanto con conocidos de Outlook.com, como de Skype y Facebook, desde Configuración / Administrar configuración WIFI.
- Privacidad de cuenta: En Configuración / Privacidad encontraremos 4 opciones que conviene considerar. La primera (id. de publicidad) es un identificador que Microsoft ofrece a terceros para hacerte llegar publicidad segmentada a tu target sin tener que dar acceso a los datos personales de tu cuenta. La segunda (SmartScreen) tiene como objetivo evitar que aplicaciones de terceros se conecten a páginas no legitimas (por ejemplo, phishing o suplantaciones de identidad) a cambio de recuperar información de tu navegación, de la tienda de apps y de tu cuenta. La tercera, envía a Microsoft información sobre tus hábitos de escritura (con vistas seguramente a poder identificarte en el futuro sin meter contraseñas o patrones) y la cuarta, permite a terceros conocer el idioma de tu SO (bien para adaptar su contenido a tu idioma, bien como un factor más para identificarte).
- Cortana: El asistente virtual de Microsoft necesita, como era de esperar, acceso pleno a mucha información del sistema y de nuestros datos. Todo ello es modificable desde el propio panel de configuración de Cortana, a sabiendas que conforme más accesos le quitemos, menos podrá ofrecernos.
También hay que recordar que Cortana viene activo por defecto en Edge, y que por tanto, recopila información sobre la navegación en este navegador. Y que desde el historial podremos eliminar contenido que no queremos que Cortana recuerde (o aplique para generar conocimiento sobre nosotros).
- Actualizaciones P2P: Es curioso que en la Build2015 no oyera nada al respecto. Al parecer, junto con la nueva manera de comprender las actualizaciones por parte de Microsoft (ya no habrá más Services Packs o actualizaciones periódicas, sino que nos irán llegando conforme sean liberadas), el sistema ofrecerá actualizaciones bajo una arquitectura P2P, en la que un usuario que ya tenga parcheada una actualización servirá a la vez de nodo para liberarla al resto. Es una gran iniciativa, y seguramente cuente con los controles de seguridad, usabilidad y privacidad adecuados (por ejemplo, que cuando yo esté utilizando el terminal o este no esté conectado a la toma de corriente esto no esté activo), pero puede que bajo algunas conexiones específicas, o quizás en países donde no hay tarifa plana de datos, la medida de un poco de repelús. Desde Configuración / Actualizaciones podremos decidir si entrar dentro de este programa o no.
También me gustaría dejar clara una cosa, y es que empresas como Microsoft o Apple no viven de nuestros datos, a diferencia de otras como Google, Facebook y Amazon. En Windows y en OS X habitualmente tenemos la capacidad de elegir si compartir o no datos a cambio de funcionalidades o mejoras. Datos que en la mayoría de los casos son usados única y exclusivamente para eso.
De nada nos va a servir establecer medidas de privacidad en la navegación cuando por ejemplo usemos Chrome, ya que Chrome ya se encargará de recopilar toda esa información para mejorar nuestra experiencia… y para mantener el negocio de Google. O quizás no compartamos las WIFIs con nuestros amigos de Facebook, pero Facebook se encargará de almacenar todas las interacciones que hagamos con ellos, nos guste o no, de nuevo para ofrecer mayor usabilidad, y para mantener el negocio de la compañía.
Comentar para terminar que una vez estemos seguros que Windows10 es 100% compatible con nuestro terminal, y sobre todo, que lo preferimos a la versión anterior, podremos recuperar entre 8 y 20GBs que tendremos ocupados en el disco invalidando la retrocompatibilidad con las versiones anteriores. Al dar este paso, no podremos volver al estado anterior, pero si no pensamos hacerlo nunca, es mucho espacio que recuperamos.
Se hace desde el Liberador de Espacio de Windows, seleccionando nuestro disco y desmarcando las opciones de «Instalaciones anteriores de Windows» y «Archivos temporales de instalación de Windows«.
Y ahora sí. ¡A disfrutar de Windows 10!
Guau. gran análisis, y que tendré en cuenta cuando, si ya le tenía ganas, ahora después de leerte aun más.
Desde tu punto de vista, quien usa el 10 no vuelve para abajo, si la compatibilidad es satisfactoria, verdad?
Mi única duda es que si los programas que tengo funcionarán, que no me haga mucha escabechina a este respecto jejejeje no sé si sabes algo a este respecto.
Un abrazo y gracias.
Ese es el quid de la cuestión. Creo que cualquiera que venga de Windows8 o 8.1 no va a cambiar. Los que vengan de Windows7 a saber. Si son unos talibanes de épocas pasadas seguramente quieran seguir usando Windows 7, pero el cambio creo que es a mejor en todo.
Otra cosa bien distinta es la compatibilidad. Si tu ordenador es de hace menos de 3 años creo que está directamente asegurada. Si es de más, habrá que probar. Por ejemplo un amigo lo instaló en su tablet y dijo que le iba muy mal. Algunos portátiles de Asus al parecer estaban informando a los clientes qué dispositivos recomiendan actualizar y cuales no. Es una nueva versión, y por tanto, requiere unos recursos mayores.
Respecto a compatibilidad, por ahora a nivel de programas no he tenido ningún problema (IDEs, Office, Adobe,…). Me falta probar juegos de Steam. Si los juegos también van bien, me quitaré los 9GBs de la versión anterior, ya que no le veo sentido volver.
Saludos Javi, y un placer ayudarte, as usual :).
Estoy con 8.1 y no tendrá problemas, tiene menos de 1 año.
Con lo que me has dicho actualizaré.
Yo fui talibán, aguanté con XP hasta cuando estaba el 8, pero se fue el de sobremesa, y necesita ciertas prestaciones y aproveché para comprar un portátil y no cambiar piezas, luego el de sobremesa ya lo dejaré más o menos en condiciones y le pondré un 7, porque este sí tiene muchos años, y es para los viejos, y no le van a dar mucho uso.
Gracias fiera.
Pues no deberías tener problemas, pero bueno, lo de siempre.
Copia de seguridad primero, por si algo se corrompe. Y luego, a una mala, si ves que muy mal, que sepas que puedes volver a Windows 8.1 desde la sección de Actualización y Restauración.
Pues anda que ser talibán de XP… Que me digas de 7, pues vale, que el cambio a 8 fue traumático para muchos. Pero de XP a 7 había solo ventajas jajajaj!!
Perdona, que quería darle a responder, y he hecho otro comentario nuevo jajajaja y ya casi iba a hacer lo mismo.
Es que soy muy vago para formatear, lo odio, soy desorganizado, y aunque tengo copias, luego pienso que algo se me olvida, y como me funcionaba, pues iba tirando, pero hace como 1 año necesitaba más, me gustó el cambio al 8, y ahora mismo ese XP está para jugar a las cartas y poco más jejejeje
Pues ya mismo me pondré con ello, en cuando me envíen el correo para actualizar, creo que hay 1 mes para restaurar, por si acaso, pero tal y como lo pintas, me parece que no, esa frase de «el SO de escritorio más avanzado que tenemos en la actualidad» me ha marcado 😉
Ojo, que no es que haya mucha competencia jajaja:
Así que vía libre Microsoft. Que al menos no se ha dormido en los laureles, y lidera sin problemas el mundo PC. Ese mismo que cada vez es más convertible que escritorio.
Mi experiencia con windows 10, esta siendo muy satisfactoria a falta de tiempo por mis vacaciones de probarlo aun a fondo. Destacar que la velocidad GANADA tanto el inicio como el apagado ( en un PC con un i7, 16 GB de ram y uh SSD de 300 GB es extraordinaria). La interface de trabajo me resulta intuitiva y de facil manejo, pero hay que acostumbrarse a trabajar de una manera algo diferente a los windows actuales. Cortana, facilita la busqueda, pero obliga al usuario a usar bing como motro de busqueda estrategia – supongo – de microsoft, para poder competir con Google. Por otra parte al actualizar desde windows update desde win 8.1 IMPECABLE y conservo todos los programas los cuales funcionan perfectamente TODOS ABSOLUTAMENTE. Simplemente cambio el S.O. Me gusta Win 10 🙂
Hombre, con un i7, 16GBs de RAM y SSD, lo que me parecería un despropósito es que no te volara el PC jajajaj.
Me pasa igual con el portátil, aunque no sabría decirte si me va igual de rápido o igual que antes (ya iba muy bien con Windows 8.1).
Totalmente de acuerdo con lo que mencionas. De hecho se me pasó tocar el tema de Bing y Edge por defecto. Cambiarlo no es tan intuitivo como debiera, pero supongo que será un mal menor. Edge apunta maneras, pero sigo sin acostumbrarme a eso de no tener la barra de favoritos visible, y sobre todo, falta que la comunidad desarrolle las extensiones oportunas.
Comentaba por Google+ el tema de los juegos. Deciros que he probado los que tenía instalados, y únicamente he encontrado problema con el último XCOM. El resto de juegos (tampoco es que sea un gran gamer, y soy más de juegos de estrategia que shooters de última generación) sin problemas. En el foro de XCOM del Steam ya están al loro, así que supongo que es cuestión de que saquen un parche.
En todo caso, la actualización para los hard gamers será prácticamente obligatoria de aquí a unos meses, considerando que con Windows 10 viene DirectX12 y la compatibilidad de streaming y juego con la plataforma XBox.
Con un Acer aspire E15 un i3 y 8 gb de RAM, y un ATA de Hd 500 gb he notado también una gran mejoría en el encendido/aoagado. Se nota mucho. Pero ka torre VUELA XD. Un abrazo pablo
¡Buen análisis, Pablo!
Justo actualicé esta semana. Yo elegí configuración personalizada y desactivé muchas cosas que comentas, pero la mayoría de usuarios domésticos ni caerán en eso.
No debería ser una instalación tan intrusiva.
Así es Teresa. Pero es lo que comentas. Que es más fácil hacer la configuración inicial automáticamente que ponerse a leer tres o cuatro páginas con distintas opciones…
Al final el por defecto debería considerar un equilibrio entre usabilidad y privacidad, y normalmente la balanza está puesta hacia lo primero.
Gran análisis Pablo. Ya lo he probado en un par de PC’s e igualmente me ha dejado una buena impresión, aunque hasta ahora no muy profunda. Me sorprende el proceso tan limpio y la compatibilidad con diversos aplicativos instalados. Apenas problemas con un antivirus (ESET) que tuve que reinstalar para corregir el problema. Eso si, requiere de un buen tiempo disponible y si se es fanático de la privacidad (así debe ser!!), evitar las configuraciones rápidas y revisar todas las opciones. Me sorprendió también el desempeño en un pequeño portátil con AMD E-2 y 2GB de ram. Hasta ahora las probadas desde Win 8.1. Habrá que ver como resulta la actualización desde Win 7. Me gusta la capacidad de personalización del menú de inicio y los escritorios múltiples que tanta falta hacían.
Sin embargo, siempre seguiré siendo un fanático extremista GNU/Linux sin remedio!!! Un saludo.
Jajaja, y está bien que lo sigas siendo. Cada SO tiene sus ventajas y sus inconvenientes, y creo que queda claro que le debemos mucho (muchísimo) a Linux.
Lo que hay que diferenciar es la preferencia a un u otro entorno del fanatismo extremo. Linux no es mejor porque sí, será mejor en algunos puntos, como precisamente el control de la privacidad y la libertad que ofrece, y hay otros innegables donde va por detrás (como la usabilidad ante usuarios no técnicos).
Respecto a la actualización, la verdad es que no debería sorprendernos que todo se haga de forma tan sencilla. Precisamente esta situación se la debemos a Windows, que históricamente ha sido de todo menos sencillo.
Una actualización debería poder hacerse de forma opaca al usuario (a no ser que este usuario quiera trastear por sus tripas). Que le des un botón y todo ocurra por abajo sin preocupaciones. Y que se reduzca al mínimo esos riesgos que al final son los que hacen que afrontemos como decían por aquí con temor una actualización del sistema.
Entiendo que esto es muy difícil de conseguir, más en un entorno hasta cierto punto parametrizable como es Windows. Hay muchas casuísticas diferentes (diferentes distribuciones de hardware, diferente software,…), y eso en la práctica complica la compatibilidad 100%.
En todo caso, vamos hacia delante, y Microsoft ha movido varios puestos hacia esa dirección, lo cual es de agradecer. Pese a que todavía les falte.
Por si te sirve, yo actualicé desde Windows 7 y todo perfecto. A falta de pruebas más profundas, todo perfecto 😉
Muchas gracias por compartir tu experiencia Teresa :).
Ahora a disfrutarlo!
El ultimo parche dejo cortaba sin poder escuchar e imposibilitó la restauración de fabrica. Técnicos de micrisoft ( excelente atención técnica por cierto), me confirmaron que esta incidencia se había dado en múltiples usuario y que la solución llegara en breve a través de windows uodate. Una lástima. La primera actualización fue perfecta. No tuve que reinstalar ni una app y cortaba funcionando al 100%.
En fin, que será cuestión de tiempo. Al menos a mi me sigue yendo todo genial (ayer mismo estuve usando Cortana).
Pero bueno, que es lo que hay. Se toca algo y se jode otra cosa. #MalditaInformática… Ahora que tarden poco en parchearlo.
Me dijeron que en menos de 30 días. Estuvieron desde las 9:00 de la mañana, hasta las 14:00 conectados por control remoto intentando resolver el problema pero fue inviable. Dejare el resto de app que me faltan por instalar para el lunes y el finde a descansar.
Bueno, ayer por la noche actualicé el portátil de mi hermana, la actualización no tardó mucho, revisé poco, lo hice de forma remota, y al entrar ya de lleno en él, lo primero fue revisar de nuevo este post probar el edge, y ver un poco la rapidez, y así a bote pronto, algo más liviano que antes, y eso que unas semanas antes le hice una restauración de fábrica. Venía un windows 7, y ya mismo le libero espacio.
Es un tema que me sorprendió también Javi. Juraría que este Windows10 ocupa menos que el 8.1. A falta claro está de haber controlado todo el entorno (no venía de una restauración de fábrica), y después de borrar toda la mierda, con perdón, que viene instalada por defecto.
Pero considerando que mi HP solo tiene 128GBs de SSD, juraría que ahora tengo unos gigas disponibles más que antes.
Gracias por compartir con nosotros tu experiencia Javi!
buen aporte !!! En mi Blog les dejo un articulo sobre un nuevo programa para ajustar la configuración de privacidad en Windows 10 …