Entrada corta que viene a resumir las prácticas demasiado descaradas por parte de las grandes compañías de pagar a influencers (o ya ni eso, simples famosos con muchos seguidores) para que «elogien» sus productos.
Compra de tweets
Sobre legalidad, deciros que si nos ponemos estrictos, Twitter no acepta las transacciones económicas por el uso de su servicio, pero que en la práctica suele mirar hacia otro lado, delegando en los organismos locales de comercio para que controlen, si lo ven adecuado, este tipo de negocios.
Desde el blog de PabloYglesias, puedo deciros que al menos a un servidor les va a costar bastante más que el PIB de EEUU comprarme. Elogiaré los productos que me gusten, y daré las razones oportunas, igual que haré lo contrario si hace falta.