Llega el verano, y entre mudanza y viajes varios por temas profesionales, tenemos en casa pendiente retomar algunos proyectos que por timing hemos ido postergando hasta estas fechas.
Uno de ellos, de hecho, es rehabilitar el ecommerce de mi pareja, Serendèlia. Una tienda donde vende productos con sus frases motivadoras, así como un apartado de handmade que ha realizado hasta a demanda (qué loca está, por Dios…).
El proyecto hasta ahora lo había llevado ella solita, externalizando únicamente el desarrollo de la web y encargándose de absolutamente todo lo demás (creación de productos, logística y envío, marketing y comunicación, stakeholders, atención al cliente…). El caso es que, como bien sabréis, Èlia no solo se dedica a esto (entre clientes, charlas, talleres, escribir en su web y para sus mecenas, dar formación en universidades y centros de negocio y preparar el libro creo que ya va servida), y por tanto la página, aunque va obteniendo ventas cada cierto tiempo, ni de lejos está explotando todo el potencial que debería ofrecer.
Por ello, decidimos hace unos meses que a partir de ahora yo me encargaría de gestionarle la parte de desarrollo y ayudarla con la estrategia. Cosa que hemos empezado recientemente (de hecho si estás leyendo este artículo cuando lo he publicado la web la verás en mantenimiento, aunque iré colgando algunos pantallazos en esta misma pieza para que puedas observar cómo está quedando).
Y entre las primeras medidas a tomar era decidir qué tipo de eCommerce queremos tener.
Serendèlia ha pasado por varias fases distintas. Desde la venta de unos pocos productos a tener cientos. De estar todo en la misma página, a dividir la pata de productos Serendèlia de la de «hecho a mano» en páginas distintas.
Para esta nueva etapa hemos estado valorando opciones, y ya que nos ha tocado poner en claro puntos fuertes y débiles de cada modelo de negocio, me ha parecido interesante trasladarlo a un artículo que seguramente le pueda ayudar a cualquiera que está con la idea de crear su propio comercio electrónico, o que ya tiene uno y quiere llevarlo al siguiente nivel.
Vamos al lío.
Índice de contenido
➡ Drop Shipping
Básicamente con este anglicismo se define a todas aquellas tiendas que han externalizado por completo el inventariado y la logística de los productos que venden.
Bajo este modelo de negocio, los administradores de la tienda hacen de meros intermediarios entre el comprador y el dropshipper, que normalmente es una empresa mediana o grande que cuenta con almacenes y un sistema de logística propio.
Los administradores, por tanto, solo tienen que encargarse de seleccionar los productos que quieren vender en su market del catálogo que tenga el dropshipper (o los dropshippers, si trabajamos con varios), agregándolo a su web y por supuesto hacer toda la estrategia de marketing, comunicación y atención al cliente oportuna.
Y ojo, a efectos legales eres tú el vendedor, por lo que estás obligado a ofrecer la garantía oportuna al consumidor durante el año o dos años que corresponda (en Europa es prácticamente dos años para cualquier producto).
Es, por razones obvias, el modelo que menos beneficio económico tiene, pero también el que menos riesgo conlleva. Cada venta apenas roba tiempo al administrador, que no tiene que encargarse de nada habida cuenta de que la mayoría de plataformas ecommerce (ES) cuentan con algún sistema de integración con servicios de dropshipping automatizado (haces la integración, seleccionas los productos, y cada envío se realiza directamente sobre el sistema de ticketing del dropshipper, recibiendo tú la comisión oportuna y encargándose ellos del resto).
Ventajas del dropshipping
- Inversión inicial muy baja: Creo que esta es la principal. A fin de cuentas, los mayores quebraderos de cabeza de tener un ecommerce, que es toda la logística de envíos/devoluciones, te los quitas de un plumazo.
- Muy cómodo de actualizar y mantener: Si queremos añadir un nuevo producto, simplemente buscamos dentro de la integración el producto que queremos añadir y automáticamente el sistema generará una ficha con el mismo.
- Puedes centrarte en la experiencia de usuario: Puesto que te liberas de toda la carga de tiempo y recursos que supone la logística, te puedes centrar en hacer imagen de marca y mimar más la propia experiencia de usuario en la tienda.
Desventajas del dropshipping
- Márgenes de beneficio más bajos: Menos responsabilidad, ergo, menos margen de beneficio. Eres a fin de cuentas un mero intermediario, y eso supone que tus ingresos por venta serán más bajos.
- Pérdida del control sobre la cadena de suministro y tu marca: Así mismo, estás delegando buena parte de la experiencia de compra en un tercero. Y por tanto, dejas de tener la capacidad de controlar este apartado tan crítico. Cualquier error del dropshipper, para colmo, te afecta a la imagen de tu marca, ya que a efectos prácticos a quien ha comprado el cliente es a ti, no a ellos.
- Eres el único responsable de cara al comprador: Lo que quiere decir, como comentaba un poco más arriba, que estás obligado a ofrecer la garantía oportuna. Que es algo que muchas veces se obvia al contar los beneficios del dropshipping, pensando que el responsable es el que envía el producto.
Para qué proyectos recomendaría el dropshipping
Pues en líneas generales me parece la mejor alternativa para empezar una tienda. Necesitamos muchísimos menos recursos que con otros modelos, y nos permite algo crítico en los negocios que es el poder probar, equivocarse y seguir probando sin hipotecar nuestra casa.
¿Que el proyecto crece y el dropshipping vemos que se nos queda corto? Pues ya habrá tiempo para pivotar a otro modelo de negocio.
➡ Impresión bajo demanda o POD
Este modelo de ecommerce está enfocado a todas aquellas tiendas que ofrecen productos personalizados por la marca, y se basa en la misma premisa que el dropshipping.
Nosotros como administradores de la tienda solo pagamos por el producto que se vende, siendo en ese momento impreso y enviado por la propia empresa de impresión al cliente final.
Por tanto, tiene prácticamente las mismas ventas e inconvenientes que el dropshipping.
Ventajas de la impresión bajo demanda
- No trabajas con stock previamente comprado: Conforme entren nuevos pedidos, se van imprimiendo y enviando al cliente final, por lo que no necesitas una inversión inicial en catálogo.
- Una manera sencilla de personalizar tus productos: Ya no hablamos de vender productos de terceros, sino de vender tus propios productos, con tu propio diseño, solo que creados y enviados por una empresa de terceros.
- Permite mayor movimiento de catálogo: Puesto que no trabajamos con stock, podemos fácilmente cambiar el catálogo cada poco, probarlo una temporada, y si vemos que algún producto no funciona dejar de utilizarlo sin que ello suponga más que unas horas de actualizar la web.
Desventajas de la impresión bajo demanda
- Margenes de beneficio más bajos: Justo lo mismo que el dropshipping. Menos responsabilidad, ergo, menos margen de beneficio. Eres a fin de cuentas un mero intermediario, y eso supone que tus ingresos por venta serán más bajos.
- Pérdida del control sobre la cadena de suministro y tu marca: Así mismo, estás delegando buena parte de la experiencia de compra en un tercero. Y por tanto, dejas de tener la capacidad de controlar este apartado tan crítico.
Para qué proyectos recomendaría la impresión bajo demanda
Pues para todos aquellos que quieren ofrecer un producto único sin hacer grandes inversiones iniciales. Es decir, es perfecto para todos aquellos ecommerce creados por gente creativa que no quieran jugarse sus ahorros hasta saber si la cosa funciona o no.
Si te sirve de ejemplo, Serendèlia, de hecho, empezó así.
➡ Almacenamiento gestionado o Logística externa (3PL)
Sería el siguiente nivel. Bajo este modelo de tienda, tu gestionas tu propio catálogo, pero delegas en un tercero que es quien se encarga de almacenar y enviar tus pedidos.
La diferencia con el dropshipping y la impresión bajo demanda es que aquí la empresa de logística no tiene control sobre el catálogo. Puede que esa empresa tenga su propio catálogo de productos, pero tú puedes hacer uso de él o almacenar tus propios productos en sus naves, estén o no incluidos dentro de su catálogo.
Ventajas del almacenamiento gestionado
- Ahorro de recursos: Tanto de tiempo (gestión de toda la logística del negocio) como de espacio (almacenamiento físico para todo tu catálogo) y por supuesto de dinero (precompra de los productos). Es un modelo parecido al dropshipping, solo que con tu propio catálogo.
- Precios de envío dependientes del volumen: Puesto que la empresa se encarga «únicamente» de la logística, puedes negociar con ellos mejores tarifas de envío conforme vaya creciendo tu negocio, lo que repercute en mayores beneficios por producto vendido.
Desventajas del almacenamiento gestionado
- Tiene un coste: Generalmente de forma mensual te tocará pagar por mantener ese espacio ocupado, además de por supuesto realizar los envíos. Por tanto, si tienes pocos pedidos al mes seguramente no te salga rentable.
- Sigues perdiendo el control de la experiencia final de compra: Es un tercero quien realiza el envío, y por tanto, estás supeditado a su forma de trabajar en este sentido.
Para qué proyectos recomendaría el almacenamiento gestionado
Diría que principalmente para aquellos proyectos ya con una maduración mínima, que producen beneficios constantes, pero insuficientes como para plantearse gestionar ellos mismos todo el proceso de compra.
No lo recomendaría en cualquier caso para un ecommerce que acaba de empezar.
➡ Almacenamiento en local
Bajo este modelo de negocio, y como su propio nombre indica, los administradores se encargan de gestionar además el almacenamiento y la logística (generalmente externalizando esta última en algún servicio de paquetería).
Es el modelo de negocio que mayores beneficios deja, pero también el más costoso en cuanto a tiempo y recursos.
Ventajas del almacenamiento en local
- Tú te lo guisas…: Todo depende de ti. Eres tú quien controla todo el proceso, pudiendo definir la experiencia de compra al milímetro, marcando así la diferencia con la amplia mayoría de negocios de la competencia.
Desventajas del almacenamiento en local:
- … y tú te lo comes: De nuevo todo depende de ti. Necesitas tener un espacio para almacenar los productos, y por supuesto tienes que tenerlos antes de que hagan el pedido, ergo no queda otra que comprarlos o producirlos de antemano.
Para qué proyectos recomendaría el almacenamiento en local
Pues o bien para todos aquellos que dependan de un trabajo propio (como puede ser una página de handmade), como aquellos que hayan ya escalado a un nivel de maduración mínimo, produciendo suficientes ventas recurrentes como para planteárselo.
¿Qué modelo de ecommerce hemos elegido para Serendèlia?
Con Serendèlia, de hecho, hemos decidido tirar hacia el almacenamiento en local reduciendo muchísimo el catálogo inicial que tenía la tienda.
Lo que significa que vamos a tener que invertir inicialmente bastante dinero en comprar los productos y guardarlos en una zona de la casa específicamente habilitada para ello. Pero a cambio, obtenemos algo que desde el principio queríamos que siguiera siendo seña de la marca, que es el mimo con el que Èlia empaqueta cada pedido, y la personalización que lleva cada uno de ellos.
Está claro que esto no es algo fácilmente escalable, pero es que tampoco esperamos que pase a ser nuestro negocio principal. Simplemente una pata más de nuestros ingresos. Y una excusa más, ya de paso, para divertirnos y probar esas ideas locas de SEO, marketing y contenido que se nos pasan por la cabeza, ver qué tal funcionan, y si dan resultados, aplicarlas a nuestros clientes.
Iré informando conforme el proyecto ya esté nuevamente online, y conforme vaya arrojando resultados.
Hasta entonces, espero que esta guía te haya servido para despejar algunas dudas sobre cómo funcionan los negocios digitales.
Cualquier pregunta al respecto, tienes por aquí la sección de comentarios o me puedes enviar un email desde el formulario de contacto.
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