La consultora Challenger, Greay & Christmas hacía público esta semana un informe (EN) sobre la situación de las tecnológicas en cuanto a porcentajes de despidos en el primer semestre de este año.

Time to Cut Costs

Las cifras, si se toman sin la lente oportuna, son demoledoras:

  • Un 68% más que el S1 del año pasado, con 48.402 despidos frente a los 28.883 del anterior S1.
  • En el informe, no están incluidos esos 18.000 puestos que Microsoft (ES) anunciaba en su nueva propuesta, por lo que el S2 empieza con malas previsiones de antemano.
  • Entre las empresas que encabezan la lista de despidos del S1, tenemos a HP con 16.000, Intel con 5.350 y EMC o Sony, con 1.000 cada una.
  • Si nos vamos a sectores, el de la Informática es el peor parado, con un 51% de despidos frente al año pasado (30.0002), seguido del de Telecomunicaciones, que ha aumentado un 342% (actualmente 13.044 despidos) y el de Electrónica, con un 43% de aumento y 5.356 despidos constatados.

Y digo que hay que mirar estos datos con la lente oportuna por una sencilla razón.

¿Estamos ante una nueva crisis del sector?

Al menos un servidor no lo cree. De hecho, el informe se deja en el tintero información muy valiosa que arrojaría luces al respecto, como es el hecho de que cuántos de estos supuestos despidos vienen motivados por una reorganización de la propia empresa (ingenieros despedidos que pasan a la plantilla de otro departamento en la misma multinacional, o fichajes que se roban entre ellos).

Pese a lo que pueda parecer, el informe deja claro una cosa: que estamos viviendo un momento cumbre en la evolución tecnológica de nuestra sociedad. Una etapa que está forzando a las grandes empresas a apostar por mercados emergentes (tanto geográficamente hablando como sectorialmente) y desechar posiblemente nichos de mercado que ya no van a tener estadísticas favorables a medio/largo plazo.

Una respuesta lógica de este cambio es la necesidad de renovar personal y/o recolocarlo, generando así nuevas sinergías que vayan más acorde con el nuevo rol de la empresa y la estrategia a seguir.

Y tampoco es nada nuevo. Si no volvamos la vista a hace varias décadas, cuando una IBM que era dueña y señora de las máquinas de datos tuvo que hacer frente a esa nueva oleada de ordenadores familiares, para llegar a la conclusión que quizás su nicho no era tanto el que ellos creían, sino uno enfocado a la analítica y la inteligencia artificial.

Por aquel entonces, hubo miles de despidos, y sin embargo la situación del mercado actual es bastante mejor que la de entonces (al menos en el sector tecnológico).

La historia se repite en nuestros días ya no solo en grandes cuentas, sino en pymes ¿Cuántas de las típicas pymes que llevan operando quince/veinte años, están ahora corriendo para informatizar sus servicios? ¿Cuántas de ellas no tienen actualmente un departamento de informática? ¿Qué porcentaje dentro de la pyme está formado por técnicos si lo comparamos con el de hace una década?

Las respuestas son obvias. Hay un cambio de mercado. Del de dispositivos al de servicios, si volvemos al sector tecnológico. Y eso afecta en mayor o menor medida a todos los demás.

¿Que si los despidos masivos son un mal presagio de la situación laboral actual? Todo lo contrario. Son una oportunidad para todos aquellos que hayan apostado por mantenerse actualizados, y no se hayan quedado de brazos cruzados mientras la revolución tecnológica pasaba a su lado.

 

Imagen de iconcept, Time to cut costs (EN) cedida por Depositphotos.com.