Corrían los tiempos del 2010, cuando Facebook sorprendió a los usuarios de EEUU con una «mejora». El reconocimiento facial, que permitía de forma automática reconocer a tus amigos en las fotos y etiquetarlos, y que en esencia permitía a la compañía reconocerte en cualquier fotografía.

Por supuesto saltaron las voces de alarma en todo el mundo, ya que sin duda vulneraba los derechos de privacidad de buena parte de los continentes, pero esto no evitó que en el verano del año pasado esta funcionalidad llegase también de forma autoimpuesta a algunos de los usuarios de Europa. Apareció de la noche a la mañana por defecto, sin pedir permiso alguno. Europa, que cuenta con una legislación más cerrada en este aspecto (algo que es de agradecer), se movilizó, con Irlanda en cabeza, para recoger información sobre esta actualización y los verdaderos fines de la misma.

Afortunadamente, la presión ejercida por la UE finalizó en el día de ayer, cuando Facebook se vio obligado a desactivar el reconocimiento facial a todos aquellos usuarios de europa a los que se lo había activado sin consentimiento.

Es una gran noticia para los usuarios de internet y su derecho a la privacidad y el tratamiento de datos, algo que parecer que poco a poco vamos perdiendo. El marco legal estadounidense es más permisible con las grandes compañías, y vulnera gravemente la libertad del usuario, algo que aprovechan los gigantes para obtener de forma ilícita más y más información nuestra. Por una vez, se ha aplicado la ley según el marco legal del usuario, y no del de la compañía (me parece absurdo que me apliquen la legislación de EEUU estando yo en Europa).

Facebook tiene 4 semanas para desactivar la función en todos los clientes europeos, aunque ya ha asegurado que para el día 15 de octubre ya lo tendrá actualizado. Después de ello, habrá una comitiva de seguridad que vigilará que de verdad se ha cumplido con lo anunciado, y que no volverá a pasar, al menos sin permiso del cliente.