USB Movil

Como ya conté recientemente, desde el mes pasado que tengo ya mi nuevo terminal, un Xiaomi Mi 9T (EN) que es una absoluta gozada.

Y por supuesto, tocaba hacer la migración desde mi querido Xiaomi Mi A2, que para variar heredará mi madre.

Desde hace ya unos cuantos años Android (y iOS) cuenta con un sistema de migración entre terminales que, sinceramente, funciona genial. Los conectas a la misma WiFi y listo.

El problema, por supuesto, es que con la migración que nos ofrece el propio sistema operativo se comparten datos (cuentas, ajustes de aplicaciones, historial de redes WiFi…) pero no archivos. Al menos no los arvhivos que estén en local (si los tienes en su servicio de almacenamiento en la nube claro que sí se comparten), y mucho menos si tienes que recuperarlos. Para eso de hecho tienes Remorecover Tool (ES).

Y en mi caso me gusta mantener cerca de 3 GBs de carpetas con la música en local (utilizo para escuchar en streaming Amazon Music), y luego está la distribución de carpetas en imágenes, que aunque es cierto que las tengo sincronizadas con el milagro de Google Fotos, sigo prefiriendo para tres carpetas en particular tenerlas también en local.

Así que ya que me he puesto con ello, quería contarte algo que por lo que veo no es tan inmediato como pensaba. La mayoría de usuarios no saben cómo pueden compartir archivos entre un smartphone y su ordenador, o entre el smartphone y la tablet/otro smartphone.

Vamos a repasar qué maneras tenemos de hacerlo.

compartir whatsapp

Enviar archivos desde aplicaciones

Esta es quizás la más obvia, y se basaría en utilizar plataformas de compartición como puede ser un correo o el propio WhatsApp para enviar el contenido.

Un servidor, de hecho, utiliza mucho Dropbox/Google Drive (valdría también iCloud para usuarios del iPhone/iPad) para enviar por ejemplo rápidamente fotos que haya sacado con el móvil al ordenador, donde escribo las reviews que ves por aquí.

Simplemente comparto el archivo (en este caso la foto) con Dropbox, y entre que abro la carpeta de Dropbox en el escritorio de Windows 10 ya tengo ahí sincronizada la imagen.

Fácil, sencillo, y para todos los públicos.

¿Cuál es el problema? Pues que la versión gratuita de la mayoría de estos servicios de almacenamiento en la nube no es ilimitada. Así que nos viene genial para compartir archivos sueltos, pero si tenemos que enviar muchos archivos o archivos que pesen mucho, o bien directamente no podremos, o bien habrá que esperar bastante tiempo (primero tiene que subirse el o los documentos a la nube, y luego descargarlos en tu otro dispositivo, consumiendo de paso el doble de ancho de banda).

Además, ten en cuenta que algunos de estos servicios comprimen la calidad de las imágenes, como es el caso de WhatsApp o, por ejemplo, Google Fotos (si es que no queremos que el archivo ocupe almacenamiento de nuestra cuenta de Google). Es decir, que el resultado que obtendremos tendrá peor calidad.

Otras aplicaciones como Telegram han pensado incluso en este uso, y permiten que nos enviemos a nosotros mismos archivos, generando un canal propio en el que veremos todos los documentos (y textos) que hayamos enviado, y pudiendo loguearnos desde cualquier otro dispositivo para descargarlos.

WiFi Direct

Utilizar las propias herramientas de compartición de nuestro dispositivo

Todos los smartphones y tablets modernos cuentan con bluetooth, un protocolo de comunicación basado en la cercanía que también nos puede servir para enviarnos por ejemplo a otro dispositivo nuestro o al de un amigo que esté en la misma habitación esos archivos.

Otra opción es, si ambos dispositivos (el que va a enviar y el que va a recibir) pertenecen al mismo fabricante, utilizar el sistema de compartición que el fabricante nos ofrezca. Apple por ejemplo tiene su AirDrop, algunos como Samsung o LG tienen WiFi Direct, que sería una especie de bluetooth que utiliza el WiFi para compartir los documentos.

Como puntos negativos está, por supuesto, el hecho de que por regla general tienen que ser dispositivos del mismo fabricante. A cambio, eso sí, son sistemas que funcionan muy bien, ya que están específicamente diseñados para este cometido.

conexion por cable smartphone

Utilizar una conexión física

En el caso de que queramos compartir archivos entre un dispositivo móvil y uno de escritorio, por supuesto siempre tenemos (al menos mientras los dispositivos móviles cuenten con puertos de entrada) la opción de conectarnos vía USB/cable lightning y pasar los documentos directamente.

Claro está, tenemos que tener los dispositivos en el mismo lugar, y el problema, además de la incomodidad de tener que conectarlos físicamente, radica sobre todo cuando ese intercambio se tiene que hacer entre dispositivos móviles, ya que lo más probable es que tengamos que utilizar de intermediario otro dispositivo de escritorio con Windows, MacOS o Linux.

Conectaríamos el dispositivo móvil al ordenador y enviaríamos a una carpeta todos los documentos. Luego repetiríamos, pero a la inversa, el proceso conectando el dispositivo móvil receptor.

A cambio nos aprovechamos de la velocidad de compartición que ofrecen las conexiones físicas, muchísimo más rápidas que cualquier conexión inhalámbrica u online.

USB C Movil

Utilizar un pincho USB

Es aquí donde quería llegar. Porque estos días me he agenciado una memoria USB de 64GBs de Blitzwolf que vendían por Amazon a un precio irrisorio (ES), y cuyo diseño me ha parecido la mar de interesante, ya que por un lado tiene un USB 3.0 típico (el que utilizan la mayoría de dispositivos de escritorio), y por otro un USB de tipo C (el estándar actual de los dispositivos móviles, y que presumiblemente será el estándar de la conexión física en los años venideros).

Para poder utilizarlo, eso sí, es necesario que nuestro dispositivo móvil (el de escritorio ya doy por supuesto que lo es) sea compatible con OTG, aunque también te digo que prácticamente cualquier smartphone/tablet actual lo es (y si fuera más antiguo, no tendría USB de tipo C…).

Y no puedo estar más contento con el resultado. Lo conectas, el smartphone lo reconoce como un dispositivo de almacenamiento, pudiendo mover los archivos hacia él. Lo expulsas y repites el proceso a la inversa en el otro dispositivo.

De hecho con la tontería ya he quitado de mi mochila de viaje el antiguo USB que tenía, metiendo éste.

De esta manera pude compartir en apenas un par de minutos todo el contenido que quería enviar de mi antiguo smartphone al nuevo, aprovechándome de toda la velocidad habida y por haber que ofrece la conexión física y la no dependencia de red.

En fin, que como puedes ver hay opciones para todos los gustos.

¿Cuál es la que sueles utilizar tú?

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Revisa mi setup de trabajo, viaje y juego (ES).

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