Ayer Twitter era un polvorín hirviendo por una noticia que a la mayoría de españoles nos ha dejado atónitos. Más de 50 diputados habían denunciado la pérdida de sus iPads. A la tarde, y frente a la negativa del congreso de reponérselos, ya eran 30, ¡un 15% de los diputados!

Para ponernos en antecedentes, decir que todo gilipollas que llega al congreso (sí, gilipollas, porque no tiene otro nombre), se le «regala» un equipo tecnológico compuesto de un iPad y un iPhone «para que sean más productivos», además de un ADSL máxima velocidad en su casa. Por supuesto, el dinero sale de las arcas públicas, ¿de dónde sino?

No contentos con esto, parece que varios han optado por extraviar los dispositivos (y digo optado porque hay que tener jeta de detractarte después de que el congreso plantée abrir una investigación), en busca de la picaresca española.

¿Cuál es la solución? Yo lo tengo muy claro. Find my iPad, y a cada uno que se le pille en una mentira, cesarlo de su cargo y una pena severa (con penas de cárcel reales por corrupción, y no que tengan que pagar unos millones que vuelven a sacar de sus negocios clandestinos).

iPads perdidos

Puede parecer una medida exagerada, pero es el mismo cuento de siempre. Les das la mano, y te cogen el brazo. Y esto solo nos lleva a ser el hazmerreir de Europa, que a sabiendas de la situación española, se debaten entre ayudar y tener que ver como buena parte de ese dinero acaba de nuevo en cuatro manos que encima dirigen el país, o mirar para otro lado.

Y un tirón de orejas para el Congreso, que ya que ofrece ese servicio a sus trabajadores, bien podía haber implementado un Mobile Device Management con perfiles establecidos de usuario y funciones capadas, para que esta situación no se pudiera producir, proteger en caso de robo la información sensible, y operar tal y como se opera en la mayoría de empresas que ofrecen este tipo de servicios.

El problema no está unicamente en la pérdida (o supuesta pérdida) de los dispositivos, sino que en ellos se puede encontrar información sensible de estado, por lo que situaciones como la del Ministro de Interior que dejara olvidado su iPad en el tren con información sobre ataques terroristas en curso simplemente no pueden llegar a ocurrir.

Si te dan algo, que menos que cuidarlo, aún más que tus pertenencias. A mí me dan en la empresa un iPad, y lo llevo pegado a mí hasta mientras duermo ¡Qué desfachatez!

Y ahora hablan de concienciar a los diputados en el peso social de este tipo de condiciones especiales, y que se les va a enviar una carta de advertencia. No, lo que tendrían que hacer es abrir una investigación trasparente, sacar los nombres de todos aquellos que lo han perdido, por supuesto no reponerlos, y a la mínima situación dudosa, cese de actividad y penas jurídicas.

Y por favor, iPCU y XML Property List, que no hablamos de dispositivos con la lista de compra.