Me ha parecido muy interesante el proyecto (EN) de unos investigadores de la Universidad de Washington, que consiguieron enviar paquetes de datos sencillos con dos dispositivos (emisor-receptor) sin el uso de batería alguna.

sin-bateria

Y os preguntaréis cómo es eso posible. Pues la respuesta es bastante sencilla.

Se aprovecha de las señales inalámbricas de nuestro alrededor (televisión y WIFIs mayormente), que las refleja y modifica para que lleven la respuesta al otro dispositivo.

La idea no es que sea nueva. De hecho hay un claro referente anterior (que me sorprende que nadie haya citado ya): La radio a galena (ES), un dispositivo de finales del siglo XVIII, que usaba un cristal semiconductor para captar esas señales y reproducir su información. Pero no por ello hay que quitarles el mérito, ya que abre un nuevo campo extrapolable a esa llamada era Post PC y la lucha por el aguante diario de las baterías en smartphone.

Si al final este experimento pudiera implantarse en el día a día de nuestros dispositivos, sería un aumento considerable de la duración de la misma, ya que podríamos enviar SMS o recibir notificaciones push sin gasto de batería. Eso descontando las increíbles aplicaciones que tendría en el internet de las cosas (que por lo general peca de contar con poco espacio para almacenar energía), las implicaciones tan importantes como poder incluir comunicación en ropa (wearable computing) o en dispositivos de nueva generación del tipo Google Glass, y en la robótica (y domótica particularmente).