Ayer se me actualizaba Facebook Messenger (EN) en mi Note 2 (si aún no os ha llegado, no desesperéis, que llegar llega), y sabedor del cambio que tenía entre manos, corrí raudo y veloz a verlo con mis propios ojos.

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Lo que me encontré era lo esperable: Un Facebook Messenger que tiene más de Messenger y menos de Facebook ¡Ni loguearte con tu cuenta es necesario, oiga! Y qué hablar del diseño (muy iOS7, por cierto), en tonos blancos y con un azul mucho más claro que el que relacionaríamos con la red social. Sobre las imágenes del usuario, ahora tienen un marco redondo (¿Hola Google+?) y se ha estructurado todo el valor de la herramienta alejándose de su padre ¿La razón? Muy sencilla.

Escribía hace un par de semanas (hay que ver cómo pasa el tiempo) sobre la muerte de las redes sociales. Sí, me quedé bastante ancho, y fuisteis muchos los que me disteis vuestra opinión al respecto por el enorme elenco social donde estoy presente. En algunos casos aplaudiéndome, en otros rechazándome. Como todo, hay que leer el artículo con calma, y no quedarse con el titular, pero básicamente sigo pensando lo mismo, y la decisión de Facebook va acorde con mi sentir sobre la situación del social media.

Las redes sociales no van a morir (y ahora me llevo la contraria, hay que ver…), lo que pasa es que se están especializando. La época en la que un usuario quería tener todo bien amarrado en un mismo sitio ha pasado a mejor vida. La red social como tal seguirá existiendo, pero no físicamente (virtualmente físicamente, para ser estrictos), sino como un ente que agrupa diferentes servicios bajo la premisa social que les une (BBDD de amigos, integración con otras apps,…).

Por su lado, la tendencia del uso de mensajería instantánea frente a la red social pura y dura es claro, más si nos fijamos en los adolescentes. Con un WhatsApp que tiene 350 millones de usuarios activos al mes (EN), con la salida a bolsa de un gigante como Line, con la pérdida de usuarios activos por parte de Facebook. La red social se muere, se especializa, y si Mark quiere estar al pie del cañón, necesita reinventarse.

Una reinvención que viene por abandonar la marca, demasiado desgastada, y luchar por arrebatar un poco de terreno justo donde ahora mismo está el epicentro del asunto: la mensajería instantánea. Bien sea con mensajería al uso (permanente, instantánea, social), bien sea con mensajería efímera (aportando el valor y atractivo de algo pasajero, único).

 

Edit unas horas más tarde: Vaya, parece que Snapchat vuelve a decirle que no a Facebook (EN), y teniendo en la mesa 3000 millones ¿Quién me llama loco ahora?