Bajo este título de entrada que parece sacado de los más húmedos sueños de un geek, se esconde una verdad como un templo, y es que dos investigadores del MIT junto con la startup ETA devices (vaya siglas, madre mía…), han presentado una arquitectura de amplificador de energía que permitiría a las baterías durar en torno a un 50% más.

La idea pasa por reducir la energía necesaria para mantener conectados los terminales a las estaciones de carga, con unos amplificadores con bastante menos pérdida.

Los actuales amplificadores gastan bastante energía estando en standby, con la premisa de estar al tanto para activarse nada más llegue alguna señal. Además, pierden en torno al 65% de energía en forma de calor (de ahí el motivo de que el terminal se caliente cuando descargamos datos o hacemos videoconferencia).

Esto se potencia aún más conforme más actual es el modelo, ya que el iPhone 5, llega a tener hasta 5 chips de amplificadores de potencia.

La innovación de estos chips es que transforman parte de la energía en señal de radio, por lo que se puede controlar más eficazmente la energía gastada sin sacrificar la conexión entre smartphone y torre de comunicación.

Para que se pueda implementar, requiere de un cambio de la arquitectura tanto en las torres como en los terminales, que se preveé que se empiece a usar en la red LTE a partir de 2013. Además de ganancia en la batería de los móviles, se prevee otra en la misma cuantía en las torres (ya que no será necesario el sistema de refrigeración actual, y por tanto su alimentación).

Si el estudio es en verdad tal y como dicen, y al final acaban implementándolo como estándar, estaríamos hablando del cambio más importante en materia de baterías desde la invención de la batería de ión-litio. Ahí es nada.