drive google

Quien lleve ya unos años por estos lares recordará que en su día dediqué más de uno, de dos y de tres artículos a lo que por aquel entonces era uno de los grandes problemas de la informática: la sincronización de archivos.

Un servidor se había empeñado en utilizar en su día a día cuantos más sistemas operativos posibles, y desde entonces es bastante habitual que en mi jornada vaya pivotando de Windows a MacOS, de MacOS a Android, de Android a iOS y de iOS a Linux, para volver a empezar.

¿La razones? Varias, pero dos de las principales es que creo que como analista tecnológico tengo que estar al tanto de todas las herramientas que ofrece la industria, indistintamente del entorno en el que me sienta más cómodo. Y que, de la mano de esto, cada sistema operativo tiene sus ventajas, pudiendo así realizar tareas de una manera más óptima para según el caso.

Esto, que hoy en día no parece nada extraño, se volvía hace casi una década en una verdadera tortura en el momento en el que necesitabas compartir archivos entre diferentes plataformas. Cada sistema operativo gestionaba los documentos de una manera distinta, y a esto había que unirle el hecho de que generalmente cada sistema operativo tenía sus propias herramientas, normalmente incompatibles con el resto, o con muchos elementos que causaban problemas de exportación.

Sin olvidar la propia interoperatividad existente, con un Internet aún bastante limitado y falto de servicios en la nube capaz de homogeneizar el panorama.

Bienvenida sea la nube

De pronto, y a cambio de sacrificar algo de privacidad, el tercer entorno se vuelve un escenario mucho más homogéneo, facilitándonos la vida a todos aquellos que por la razón que fuera trabajábamos con varios dispositivos y sistemas distintos.

El auge de servicios de sincronización en la nube ha forzado, además, a toda la industria a aceptar que los jardines vallados no deberían ser el camino a seguir. En el momento en el que una hoja de cálculo creada en MacOS no es compatible, o solo lo es parcialmente en Windows o Linux, las culpas van directamente a la compañía que está detrás del desarrollo, no a la plataforma. Y el impacto se incrementa exponencialmente con la democratización de servicios como los anteriormente mencionados.

Así, poco a poco he ido trasladando mis quejas, ruegos y críticas a aspectos más secundarios de la interoperatividad de documentos. Que si es más o menos recomendable apostar por la nube o por el local, que si qué tipologías de archivos deberíamos subir a la nube y cuáles deberíamos seguir manteniendo en local, que si en qué estado estamos en materia de seguridad, privacidad y usabilidad…

Todo esto dentro de las limitaciones que hasta ahora teníamos. Tanto Dropbox, como Google Drive, como el resto de servicios ajenos al propio sistema, ofrecían hasta el momento una sincronización arbitraria. Es decir, una carpeta dentro de nuestro sistema cuyos elementos eran los únicos que se sincronizaban. Si nos vamos a aquellos servicios de sincronización asociados al propio sistema operativo (One Drive, iCloud…), junto a esto generalmente ofrecen una suerte de parametrización del sistema sincronizada, esto es, una serie de decisiones que el usuario toma y que estarán presentes ahí donde éste se loguee, como puede ser la distribución de su menú Inicio, los temas y sonidos elegidos o las opciones de personalización de las ventanas. Eso junto a, con suerte, una copia en la nube de carpetas como Fotos y Documentos.

Algo, en todo caso, limitado a un entorno específico, que poco a poco se ha abierto con la irrupción de Google Fotos (ya no es que se sincronicen los documentos de una carpeta específica, sino que la herramienta se encarga de localizar una tipología de archivos específica, fotos y vídeos, y sugerirnos sincronizar también esa carpeta de aquí en adelante), y que recientemente volvía a sorprendernos con un pasito más.

Copia de seguridad y sincronización

Google sacaba la semana pasada una nueva herramienta llamada Copia de seguridad y sincronización (ES) que viene a sustituir a Google Drive y Google Fotos, con un añadido que me incentiva a escribir sobre el asunto.

«Backup and Sync» seguirá ofreciendo una carpeta de Google Drive, y ofrecerá las mismas funcionalidades de Google Fotos (buscar imágenes en el sistema y sugerirnos su sincronización, además de sincronizar por defecto la biblioteca de fotos del sistema). Pero además, abre la veda a que el usuario elija qué carpetas de su sistema operativo quiere también mantener siempre sincronizadas. Por ejemplo, Mis Documentos, la carpeta de Descargas, Vídeos o Aplicaciones.

La nueva feature puede parecer baladí, pero curiosamente es la primera vez que un servicio masivo da el paso para ofrecer una suerte de sistema de copia de seguridad en la nube de manera totalmente transparente al usuario, no sujeto a un entorno específico.

He utilizado, tanto personal como profesionalmente, muchas herramientas de copias de seguridad, y sin lugar a duda el camino a seguir es justo el que está marcando Google en estos momentos. Con tan solo sustituir su aplicación, presente ya en buena parte de los sistemas que utilizamos a diario, por otra más completa, la configuramos una vez (decidir qué carpetas queremos o no compartir con sus servidores) y a partir de entonces podemos estar seguros que en caso de pasar algo al menos lo que está dentro de esas carpetas podrá ser recuperado.

Y hablo de temas serios, habida cuenta de que me parece una herramienta fenomenal de cara a esta nueva explosión de campañas de ransomware.

Imagínese que, de pronto, hemos sido infectados por un malware de este tipo. Los archivos que estén dentro de las carpetas sincronizadas se verán infectados, sincronizándose también con los servidores de Google:

  • Si es un archivo de Google Suite, es (hasta el momento) inmune a ransomware. Simplemente porque lo que se guarda en local de un archivo de Google es un acceso directo, ya que el documento en sí solo está disponible de forma online o bajo caché.
  • Si es cualquier otro tipo de archivo, el archivo infectado se sincronizará en la nube. Pero, y aquí viene la parte interesante, desde la web podremos volver a versiones anteriores del mismo. Por supuesto, primero tendremos que desinfectar el sistema local, pero inclusive en el caso de que no podamos hacerlo, podríamos tranquilamente formatearlo, meternos en la web, recuperar una versión anterior no infectada, y volver a sincronizar sin haber perdido por el camino ningún documento.

¿Qué esto mismo ya nos lo ofrece cualquier herramienta de copias de seguridad profesional? Por supuesto. Pero esta es gratuita, y lo más importante, ya está presente en buena parte del parqué de dispositivos que tenemos a nuestro alrededor.

Lo que me lleva a pensar cuánto tardará Google en ofrecer este servicio de manera ilimitada, así como hasta el momento está haciendo con Google Fotos, rompiendo nuevamente el mercado.

Porque me da que no va a pasar mucho tiempo hasta que eso de tener copias de seguridad deje de ser algo mainstream y se vuelva la tónica de toda la industria, con sistemas operativos permanentemente sincronizados en un espacio privado en la nube, con capacidad de viajar atrás y adelante en el tiempo para recuperar versiones e imágenes de archivos, carpetas y entornos de trabajo a golpe de click.

Un escenario que, de facto, pone las cosas verdaderamente difíciles al ransomware y a los wipers.

Por mucho que intentemos concienciar en la importancia de tener copias de seguridad de nuestros documentos, es de ingenuos pensar que el grueso de la sociedad va a dedicar el tiempo y el dinero necesario en montar y mantener dichas copias.

Pero… ¿y si este servicio se ofrece de forma masiva, gratuita y totalmente transparente al usuario? ¿Y si viene como una parte más de herramientas ya presentes en sus dispositivos, o como una parte indivisible del propio sistema?