Hablábamos hace relativamente poco del modelo de negocio fremium como pilar clave del software actual, y hoy es noticia un movimiento que no va a dejar indiferente a nadie: Adobe abandona la venta de su suite Adobe Creative por licencia en favor de Adobe Creative Cloud, sustentada a base de suscripciones.

creative-cloud

Adobe por tanto abandona el camino de la venta de licencias de uso por la de suscripciones. De empresa de productos, a empresa de servicios. Ahí es nada.

Entre los aspectos circunstanciales a tener en cuenta:

  • De una herramienta de escritorio a una herramienta de escritorio con extras en la nube: Es importante matizar este hecho. Adobe abandona la venta de licencias, puesto que el mercado de software más servicios requiere de un gasto de manutención y soporte con el que antes no se contaba (mantener servidores y comunidad). Rompe así con la tendencia de la última década (sacar un producto, venderlo, sacar otra nueva versión, dejar de lado la anterior, obligar a los usuarios a actualizarse), y entra de lleno a la tendencia actual (olvídate de actualizaciones, te damos todo en uno, pero pagarás por uso y no por programa). Parece que las palabras de un servidor de hace medio año cobran sentido ahora, ¿verdad?
  • El usuario sale ganando: Los precios privativos de las suites de Adobe (superiores en cada caso a los 1000 euros), eran una barrera difícil de abordar para el usuario normal, que quiere un plus de calidad con herramientas tan útiles como Photoshop o InDesign. A partir del cambio, pagaremos por lo que vamos a usar, y el tiempo que lo vayamos a usar, de tal manera que si va a haber periodos en los que no usaremos dicho producto, no lo pagamos y punto.
  • La mejor alternativa para evitar la piratería: Y es que de esta manera (al descargarte un software que depende de servicios en la nube para funcionar, y por tanto registro por sus servidores), evitan tener que aplicar DRM estúpidos que solo menoscaban la experiencia de usuario de aquellos que están pagando por el producto. Un producto con un plus aprovechando el potencial de la nube, con un espacio de almacenaje y sincronización a la comunidad que hay tras ella.
  • Pasamos del «pagar por un producto» al «pagar toda la vida»: Una brecha importante a tener en cuenta para el consumidor esporádico. Nos suele costar menos hacer un pago único (aunque sea superior), a pagos mensuales. Suponiendo que el precio ronde los 50 euros mensuales, tendríamos durante 20 meses de uso toda la suite adobe más la nube por el precio que antes costaba el Photoshop CS6. Pero bien es verdad que pasados esos 20 meses, estaríamos en realidad pagando más por servicios que quizás no veamos oportuno usar.

Y no es el único. Microsoft con su Office 360 (que sigo pensando que solo sale rentable a familias) y Google con Google Apps (un servidor sigue teniendo una cuenta freemium de las antiguas, a ver cuánto me dura la suerte…). Pero sí es el primero que ha apostado fuerte por el modelo, un cambio de negocio radical, que se verá reflejado en las arcas (para bien o para mal). Un flujo constante de micropagos (entendiendo micropago por el tamaño de un gigante como Adobe), que aseguran una relativa normalización de ingresos, frente al ya tradicional ciclo de vida de versiones, con el temor añadido que suponía una versión «que no cuajara» en el consumidor (y el peligro económico que ello suponía).

Os dejo con el vídeo de Adobe Creative Cloud, por si aún no lo habíais visto, y no sabéis de qué os estoy hablando.

P.D.: Por cierto, para quien se lo esté preguntando. No, no habrá más versiones de Fireworks (han optado por incluir sus características en el resto de herramientas, sobre todo Photoshop e Illustrator). Toca actualizarse, chicos :).

P.D.2: Estoy probando una nueva configuración mediante caché que debería permitir cargar la web entre un 20-30% más rápido. Agradecería que opinárais si estáis notando diferencia (tanto para bien como para mal).

Edit a día 9 de Mayo del 2013: Microsft acaba de pronunciarse al respecto en su blog. Por ahora descartan que la empresa abandone el modelo híbrido, aunque siguen pensando que la suscripción es el futuro.