Recogía la revista digital Stuff las palabras de Ted Sarandos, Chief Content Officer de Netflix, en relación a una entrevista más extensa sobre el futuro de las aplicaciones de contenido con modelos de negocio de pago.

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Y el hombre contestaba, datos en mano, la siguiente aseveración:

Cuando Netflix llega a un país o región el tráfico procedente de Bittorrent se desploma mientras que el de Netflix no deja de crecer. La mejor forma para luchar contra la piratería no es a traves de leyes si no ofreciéndole a los usuarios buenas opciones.

Nada nuevo bajo el sol, al menos para el usuario. Pero por más que lo hemos difundido a los cuatro vientos, el lobby audiovisual siguen en sus trece de hostigar al gobierno de turno para que privatice el futuro intelectual y los derechos del usuario en la red, con más y más leyes absurdas, en vez de aprovechar su fantástica red de difusión y distribución para ofrecer servicios de calidad en el medio digital, que es justo de lo que carece, y el principal motivo de esa temida piratería de la que tanto hablan.

La solución no está en la imposición de Cánones Digitales, ni en la caza de brujas a los principales portales de enlaces. El problema de la industria lo ha creado la propia industria (como bien recoge Enrique Dans en su entrada), sabedora del gran control que tiene sobre el mercado general, y negándose, como ya está ocurriendo con el medio editorial y las discográficas, a abandonar los modelos tradicionales en pos de la demanda actual y real de los consumidores.

Un problema que ellos mismos han creado, y contra el que combaten de la peor manera posible: atacando a los consumidores, persiguiendo los dominios de plataformas de tráfico de enlaces, y amenazando a los gobiernos con el poder de los medios que controlan.

El medio digital ha llegado para quedarse, y no puedes esperar que el consumidor consulte el medio para luego consumirlo en otro (como pueden ser las salas de cine). No señor, el consumidor quiere las cosas, y si quien debería dárselas no se las da, ya recurrirá a terceros.

Tampoco pedimos que sea gratis. De hecho está más que demostrado que una plataforma de calidad y de pago acaba por imponerse al resto. Y Netflix está haciendo justamente eso, superando hoy en día a HBO en número de suscriptores.

Y mientras en medio mundo se plantean esta situación, en España seguimos atacando a las plataformas de pago como piratería barata, escudándose en una corrupción política más que lamentable. Un país dirigido por ignorantes digitales, que ven peligro donde deberían ver oportunidades, y que actúan como lo que son.

Resumiendo, y para niños: Una buena oferta de contenidos de pago es la mejor solución contra la piratería. Qué pena que seguramente me estén leyendo aquellos que ya lo saben y no pueden hacer nada, y no los que no lo saben (o se niegan a aceptarlo), y están en potestad de luchar contra ello.