Hace tiempo hablamos sobre el potencial de la realidad aumentada en buena parte de las facetas de nuestra vida. Incluso os traje algunos ejemplos actuales que se nutren de esta tecnología, como era el modelo informativo por capas de Stiktu, o el videojuego que te hacía ponerte en la piel de un caza fantasmas en tu ciudad.

Pero pese a que la realidad aumentada está presente hoy en día, y ofrece una experiencia de usuario mucho más intensa, parece que no se está explotando como se esperaría.

Supongo que esta es una de las razones que ha llevado a Google a crear el proyecto Nianticproyect, una web interactiva que nos desvela algunas pistas sobre Ingress, un experimento social/videojuego masivo cuya entrada por ahora está betada a unos cuantos afortunados que se han registrado en su formulario.

Ingress nos desvela la verdad que el gobierno oculta. Los científicos han descubierto una nueva forma de energía, que emana de aquellos sitios con mayor significancia entre la población. Esta energía es capaz de influir en la manera en la que pensamos, por lo que se trata de un recurso de gran importancia estratégica. Se han formado dos grupos: Los “Iluminados” creen que hay que aprovechar esta energía lo mejor posible, y la “Resistencia” cree que hay que protegerla argumentando que forma parte de nuestra “humanidad”.

Con este apasionante argumento (y después de que seas aceptado en su web), podrías descargarte la aplicación desde Google Play (por supuesto gratuita), y teléfono en mano (Android, ¿quién sino?), te tocará recorrerte la ciudad en busca de esos puntos energéticos para controlarlos.

El kit de la cuestión es que se trata de un juego cooperativo, con dos frentes, por lo que seguramente al igual que a tí, el bando contrario se le habrá ocurrido hacer lo propio, lo que en definitiva obligará a tu equipo a pasar de vez en cuando por monumentos o lugares emblemáticos para mantener o arrebatar el control de esa fuente.

Se espera que este juego tenga una duración finita (año y medio, por ejemplo), y luego se hagan públicos los resultados (con estudio científico por detrás).

¿No me digáis que no dan ganas de echarle un ojo?