El papel tecnológico de la astronomía para aficionados

Hace ya unas semanas le regalé a Èlia una experiencia de astronomía en la Sierra de Madrid.

La pobre fue convencida de que íbamos a hacer un rol en vivo, para luego encontrarse con que realmente íbamos a ver y aprender mucho sobre el cielo.

Por supuesto, le encantó. Y a mi también.

Hablamos de tours relativamente económicos, y que, sin lugar a duda, merecen la pena. Es más, Rober, el astrónomo que nos guió en esta experiencia, es sencilla y llanamente increíble como profesor, haciendo tan amena la explicación que esas dos horas largas se nos hicieron cortísimas.

Sobra decir que salimos de allí con mucho más conocimiento, y que eso no es más que una infinitésima parte de lo que deberíamos saber para mirar al cielo y entender lo qué estamos viendo.

Darte cuenta de las dimensiones de lo que estás viendo te hace caer en la consideración, nuevamente, de la poca transcendencia que tenemos en este diminuto confín del universo.

Que sigo siendo tan noob en este tema como cabría esperar, así que ya de querer escribir sobre el tema, voy a centrarme en la parte tecnológica, y de pasada, invitando a todo aquel que quiera saber más a que visite la página de Roberto.

La hardware para aficionados a la astronomía

Y la primera parada es obvia: Qué telescopio elegir si queremos empezar en este mundillo.

Pues precisamente Roberto ya escribió en su día una pieza (ES) al respecto, que va a estar mucho más completa que esta de un humilde servidor.

En el tour que hicimos, Roberto llevaba un Meade Lightbridge de 12» no robotizado (no GoTo). Un monstrenco de 40 kgs, con un espejo de 30 cms de diámetro, en el que pudimos ver desde cuerpos más «accesibles» como la Luna, Júpiter o Saturno, a estrellas, nebulosas y hasta otra galaxia (¡hola habitantes de Andrómeda!).

El que sea no robotizado supone, de facto:

• Que es manual: Y esto quiere decir que somos nosotros (Roberto en el tour) quien debe apuntar e ir corrigiendo constantemente para mirar los astros. Es decir, que debemos saber dónde está cada elemento en el cielo. Algo que, por razones obvias, a Roberto y su equipo les cuesta poco o nada, pero quizás a gente como nosotros se nos vuelva misión imposible. A cambio, eso sí, no hay que esperar a que el brazo robótico se alinee. Algo que debe hacer de noche, y que puede llevar un buen rato, perdiendo ese tiempo de disfrutar del espacio.
• Mucho menor peso: Si ya de base hablamos de 40KGs de telescopio, si encima le metemos electrónica, ya te puedes imaginar…
• Unos 1.000 euros menos de coste: Tan fácil como suena. Meterle electrónica a un telescopio de estos hace que prácticamente su coste se duplique.

Roberto recomienda por tanto hacerlo con un Dobson de 12″ (ES), GoTo o no (ya esto a elección de cada uno).

Según nos explicó, los dobson son probablemente los telescopios con mejor relación apertura-precio del mercado. Con ellos puedes ver todo lo que un aficionado querría ver (y mucho más, seguramente), a un precio bastante asequible… teniendo en cuenta el coste que tienen estos dispositivos, claro.

Si buscamos algo portátil, habla de los Celestron (ES). Modelos como el C6, de unos 4 kilos, buscan el equilibrio entre portabilidad y apertura. Por supuesto, no van a ofrecer la misma experiencia que un telescopio como el anterior, pero a cambio es asequible llevarlo en una mochila.

También nos flipó el puntero láser que llevaba. Un puntero láser de astronomía (ES) que llegaba a alcanzar hasta tres o cuatro kilómetros de distancia, y que ayudaba a seguir las explicaciones de forma mucho más sencilla.

El software para aficionados a la astronomía

Un servidor lleva años con una app fremium instalada en su dispositivo, y que se llama SkyView (Android/iOS).

Seguramente no muestre más que una ínfima parte de lo que hay ahí fuera. Y que, además, fallará más de una vez al identificar constelaciones y demás cuerpos celestes.

Pero para un profano como un servidor, resulta la mar de cómoda.

Simplemente la abres, y apuntas hacia el cielo. La app lo que hace es meterle una capa de realidad aumentada a lo que está viendo la cámara de tu dispositivo, dándote información en tiempo real de a qué estás apuntando, e incluso dibujándote por encima las constelaciones, los planetas…

En la imagen superior, de hecho, puedes ver lo que sacó la cámara de mi Pixel 5 con foto nocturna, y lo que veía un servidor con la app de SkyView, en ambos casos apuntando hacia esos dos cuerpos brillantes del horizonte que son Saturno y Júpiter.

De hecho, ya hablé por aquí de la astrofotografía que trae la cámara computerizada de los Google Pixel.

Sobra decir que no se acerca, ni de lejos, a la astrofotografía que puedes obtener con un telescopio astronómico (ES) y una buena Reflex (ES), pero oye, para ser con un móvil, hay que reconocer que los resultados son increíbles.

Por aquí arriba te pongo la foto reducida en tamaño y calidad para poder subirla a la página. El Pixel graba automáticamente una foto en máxima calidad, y un vídeo en cámara rápida con los fotogramas obtenidos (suelen ser entre 3 y 5 minutos de exposición, que dan como resultado un vídeo de dos o tres segundos). Y haciendo zoom se pueden ver muchos más detalles que los que a simple vista observamos.

Quizás la unión de alguna de estas herramientas para aficionados, y un telescopio en condiciones, ayude a aquellos que queráis empezar en el mundo de la astronomía.

Y muchas gracias a Roberto nuevamente por la increíble experiencia.

¡Repetiremos!