A un día de que termine, la feria de electrónica de consumo de Las Vegas nos está dejando dos claras tendencias para estos próximos años. La primera me la guardo para mañana, y la segunda la tratamos hoy, que ya me cuesta morderme el labio.

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¿Cuánto hemos hablado sobre la importancia de conquistar el televisor? Ese aparato de grandes dimensiones que aún en nuestros días, con el claro dominio de los ordenadores, tablets y smartphones, sigue presente como pilar clave de la disposición espacial del salón, la habitación de la casa en la que por lo general (y descontando las horas de sueño) solemos pasar más tiempo.

Si algo he visto claro en el CES es la explosión de televisores inteligentes. Casi todos los grandes han presentado al menos uno, y los que no, corren raudos a ofrecer algún device de acompañamiento.

Samsung y su SmartTV, LG resucitando webOS (ES) (no os perdáis el vídeo de TheVerge que os embebo al final del artículo), la grata sorpresa de una Panasonic que apuesta por Firefox OS (EN), Android elegido por Philips y compañía (ES) frente a GoogleTV, la omnipresente Apple TV (si es que algún día logra sobresalir), Opera que se sube al carro con un SDK para smart TV (EN), y eso sin contar la eterna disputa de Sony VS Microsoft VS Nintendo con sus consolas, pcs modulares enfocados a hard gamers (EN), y la llegada de Steam con uno de los movimientos más disruptores del mundo del videojuego, o el valor adicional de servicios como Netflix o Youtube enfocados a esa resolución 4K (que bien debería llamarse 2160p (ES)).

A la hora de la verdad, hablamos de un número relativamente alto de plataformas para un mismo dispositivo, algo que rara vez suele ocurrir, y que vaticina una de las guerras más complicadas de predecir de la electrónica de consumo.

Una caja de pandora para los desarrolladores ¿Por cuál apostaríais, si apostarais, a sabiendas que hay tantas figuras en igualdad de condiciones? Quien gane (o quienes ganen), marcarán en buena parte el devenir del mercado.

Y después de haber visto lo visto, ¿con qué me quedo? Pues no sabría decirle. Me decanto más por LG, que creo que ha dado en el punto en lo referente a interacción, a esperas de ver qué hace Panasonic con Firefox OS y Bang & Olufsen con el SDK de Opera. Porque señor mío, hablamos de plataformas webs, y de su paulatina dominación frente a las tradicionales. Samsung sigue enfocado en computerizar el televisor, y eso creo que no es el objetivo. Para un servidor, una smart TV debería ser una TV ante todo, con una capa de conectividad. Un añadido que marcase la diferencia, y que se apoyara sobre todo en la comunicación con el resto de dispositivos de la casa: La segunda pantalla. Para ordenador ya tengo el ordenador, que además reproduce que no veas el uso que le podría dar a un televisor convencional. Centrándonos en ocio, Steam me llama bastante más que el clásico Wii-PS-Xbox, pero eso sí, cuando desaparezca el absurdo lobby de precios (¿hasta 6000 dólares por una consola? (ES)).

Complicado está el patio.