Facebook presentaba el jueves pasado Facebook Phone, su primer acercamiento serio a competir con Google donde éste es amo y señor, en los sistemas operativos.

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Y lo hacía de la forma más conservacionista posible, con un launcher de Android y mínimas modificaciones del SO, con el fin ofrecer una experiencia íntegra de la red social con cada uso que le damos al teléfono.

Un servidor se ha tomado tiempo para leer diferentes puntos de vista sobre este cambio de estrategia, ya sea de la mano de Enrique Dans, como la de Antonio Ortiz, y muchos otros medios y blogs colaborativos del sector, pudiendo en el día de ayer probar de primera mano el launcher, con el fin de trasladaros mi experiencia personal, y el futuro que le vaticino.

Un acercamiento necesario

Partimos del primer punto, y es que la estrategia llevada a cabo por Facebook era necesaria tarde o temprano si quiere mantener el nivel empresarial actual. Facebook espera paulatinamente aumentar el porcentaje de beneficios por publicidad, y eso es justamente lo que veremos en el launcher. Actualizaciones de nuestros amigos, y publicidad intrusiva, descontando el gasto de batería extra por mantener actualizado a tiempo real esa pantalla de inicio tan vistosa.

Podría haber optado por un fork puro y duro como en su día hizo Amazon (crear un SO desde 0 no está en manos de cualquiera), y sino lo han hecho, es porque ven este movimiento como un test para comprobar qué tal puede salir la jugada.

Respecto a los modelos que podrán usarla, es paradójico que saquen un terminal con HTC de gama media baja (el nombre HTC First es toda una declaración de intereses), con unas prestaciones moderadas, y sin embargo prevean sacar el launcher en los próximos días únicamente en teléfonos de gama alta como son los HTC One, HTC One X, Samsung Galaxy SIII y S4 y Samsung Galaxy Note II (si el launcher requiere terminales de gran procesamiento, cómo funcionará ese HTC First de gama media).

Aprovechar la apertura del servicio de Google para atacar al competidor

Android es código abierto, lo que en esencia permite a cualquier desarrollador modificarlo a su antojo y volver a comercializarlo (con algunas restricciones, como ya hemos visto). Sobre Android, Google tiene la última palabra, pero sobre los fork de Android, Google no puede más que mirar hacia otro lado, y poner cara de buenos amigos.

Facebook Home es un ataque directo a Google, una toma de pulso contra el buscador. Mark anduvo rápido en la presentación del jueves en alabar lo abierto de Android, como razón principal de haber elegido este SO para esta primera incursión y no iOS (me hubiera gustado ver cómo hacían lo mismo en un sistema cerrado y tan poco permisivo como es la App Store,…).

Entre esas «pequeñas modificaciones» de las que hablaba en el núcleo de Android, está la misteriosa desaparición de algunas apps que vienen por defecto de Google, y que casualmente podrían hacerle la competencia en los terminales donde el launcher esté instalado, como es Google Talk (vs Facebook Messenger)(gracias por la corrección Arturo Lecumberri) y Google+ (vs Facebook).

Tampoco habrá rastro de Android como tal (quizás de esta última quema, solo se salve Google Play y Maps, porque son necesarios), sino que la experiencia de usuario es la de un sistema operativo distinto, enfocado a gestos (como Ubuntu Mobile), y alejado del modo de uso clásico del androide.

¿Y en qué se transmite eso? Pues en menos dinero para Google, y ligeramente más para Facebook (siempre y cuando el launcher acabe triunfando). Si ya Google no es ni de lejos la empresa que más dinero saca gracias a Android, con este movimiento, y teniendo en cuenta que Facebook no ha abierto más que la puerta para que el resto de grandes haga lo propio, las cosas se complican para el buscador cada vez más.

Un launcher para aquellos intensivos de la red social

Como acercamiento lo veo bien, y seguramente haya bastantes personas que lo probarán, pero peca de una idea equivocada sobre las redes sociales (en especial facebook), y es que en la mayoría de la población, son vistas como hobby y no como eje central de nuestra rutina diaria. Consultamos las redes sociales para desconectar, no para conectar, y un launcher social hace justo lo contrario: obligarnos a consultar facebook para conectar y usar servicios «más importantes» desde el móvil.

Es un mero intermediario, que no hará más que molestar a aquellos como un servidor que entienden el social media como un apoyo y lugar de comunicación, pero que no quieren estar absorvidos horas y horas siendo obligados a ver las fotos absurdas de memes y actualizaciones con segundas de los amigos.

Este es un tema que ya tratamos en profundidad recientemente en la entrada Vaivenes de una red social que quiere ser profesional, y movimientos como este último no hacen más que afirmar mis temores: Facebook quiere convertirse en el portal de entrada a internet a toda costa, lo que la está llevando a perder el norte de su principal activo de valor, y que no es otro que haberse vuelto el rey de los servicios para perder el tiempo (cerca del 76% de usuarios de smartphones tienen Facebook instalado, siendo la aplicación que más tiempo acapara en el usuario medio).

La verdad es que la perspectiva de tener que «comerme» todas las actualizaciones de mis amigos cada vez que quiera usar el teléfono no es ni de cerca halagüeña. Quizás el punto fuerte del launcher, sea el de haber unido el servicio de SMS con Facebook Messenger, evitando así la duplicidad (en el mejor de los casos) de servicios que usan la misma BBDD (la de contactos) para hacer lo mismo en diferentes emplazamientos.

Un launcher dirigido a un público bastante cerrado (lejos quedan esos más de 1000 millones de potenciales clientes), que centran su interacción con el móvil en esta única red social. Adolescentes en la edad del pavo, ninis, y algún que otro despistado. Una buena estrategia, un nuevo mercado (el de forkear launchers de Android en favor de un servicio y en detrimento del resto), y poco más.

 

Edit a día 9 de Abril: Leyendo el recién estrenado blog de Arturo, me he acordado de un aspecto a tener muy en cuenta en esta nueva estrategia por parte de Facebook, y que no es otro que las inmensas posibilidades que tiene el launcher para saltarse la privacidad elegida por los usuarios indirectamente, al usar los sensores del terminal para la recopilación de rutinas y hábitos de consumo de contenido (si el terminal pasa comunmente varias horas por la noche emplazado en el mismo sitio, seguramente esa sea la dirección del usuario, podemos saber donde está sin necesidad de hacer check-in en cada local, leer contenido ajeno que consuma el cliente desde el launcher,…).