forza horizon 5

Últimamente tengo bastante poco tiempo disponible. Y, por tanto, no juego todo lo que me gustaría.

Sin embargo, he intercalado con partidas esporádicas a ese maravilloso Slay The Spire en la Nintendo Switch (aunque recuerdo que lo hay para cualquier dispositivo), y algún que otro picoteo de los juegos que va metiendo Microsoft al Game Pass (mención aparte a It Takes Two (ES), que he estado jugando con Èlia y que claramente recomiendo a cualquiera para disfrutar con su pareja, o Ring of Pain (ES) para aquellos que les gusten los juegos de estrategia con cartas), le he estado dando más de lo que sinceramente esperaba darle a Forza Horizon 5.

Probablemente, junto con Psychonauts 2 (ES), el gran lanzamiento de Xbox para este año.

Y, en esencia, un juego de carreras.

Recalco esto último porque precisamente, quien escribe, le gusta «menos y ná» el mundillo de los coches.

Hasta el punto de que me saqué el carnet con 18 años, y hasta hace un par de años (temas personales aparte) podía decir sin miedo a equivocarme que la última vez que había cogido un coche fue en el examen para sacarme el carnet…

Que he renovado el carnet… sin haberme puesto a los mandos de uno desde entonces.

Volviendo al tema de los videojuegos, en su día, de pequeño, recuerdo que le di lo justo y necesario a juegos como el Gran Turismo. A fin de cuentas, los juegos de coches siempre han sido la mejor carta de presentación de una nueva consola. Son juegos que generalmente tienen unos gráficos punteros, y además son «resultones», así que rara ha sido la generación, al menos en consolas clásicas de escritorio (SEGA, SONY, MICROSOFT principalmente) que no han sacado una nueva máquina con algún jueguito de coches por el medio.

Pero, de nuevo, no soy jugador de juegos de carreras.

Me parecen aburridos.

Al menos, claro, los que intentan tirar hacia la emulación. Un Mario Kart con amigos me lo como bien contento (solo, por ejemplo, ahí lo tengo muerto de risa en la estantería). Pero ya es, a mi modo de ver, otro género.

Sin embargo, instalé el Forza Horizon 5 el día 1 por eso de volver a enfrentarme a un juego de carreras en la actualidad, y aunque fuera por ver qué tal se veía en el televisor 4k de 65″, y he acabado sorprendiéndome de que llevo ya unas 8 horas jugadas.

Y lo mejor de todo: tiene pinta que no voy a desinstalarlo por muuuucho tiempo.

Forza Horizon 5 misiones

¿Qué hace de Forza Horizon el mejor juego de carreras para los que no nos gustan los coches?

Pero vamos al tema del que quería hablar, y es que, en esencia, la serie Forza, y en particular los Forza Horizon, no están liderando el género porque sí (es cierto que mucha competencia tampoco es que tengan…), sino porque visto a grandes rasgos, lo hacen todo bien.

  • Gráficos: Como es de esperar, Forza Horizon 5 en una Xbox Series X es casi como ver un documental de coches en la vida real. El fotorealismo llega hasta el extremo de que si haciendo un derrape sobre una vía de tierra mojada, paramos la imagen, y pasamos al modo foto para acercarnos a las llantas, podemos ver con absoluta claridad cada una de las partículas de barro que están siendo desplazadas. Y esto con absolutamente todo el entorno.
  • Sensaciones a los mandos: De nuevo, hace que sea hasta entretenido eso de estar montado en un vehículo. Eso de ir de un punto a otro a mucha velocidad. Y no solo porque se maneja de lujo, generando resistencia cuando es de esperar que el asfalto lo tenga, siendo sensible a la meteorología y las características técnicas del vehículo que llevamos, sino también porque el sonido ambiente está logradísimo. Hablo de que cada motor «ruge» de una manera diferente. Y hablo también de que, por ejemplo, conducir en medio de una tormenta de arena, como es una de las misiones del principio, se hace sentir como lo que seguramente experimentaría alguien conduciendo en esas condiciones.

El tema es que a esto, que es lo esperable para un juego de carreras, se le une otro tema que sí me ha sorprendido: Las carreras son lo de menos.

Y me explico.

Forza Horizon 5 sabe cuándo debe ser simulador, y cuándo debe ser un mero arcade. Dos paradigmas que rara vez se equilibran correctamente.

El juego está montado como un título de mundo abierto, en tanto en cuanto nos soltarán (literalmente, porque nos van a tirar desde un avión) en México, y tendremos que ir de un punto a otro de un mapa enorme, al más puro estilo GTA, para comenzar las misiones.

Un mapa que se irá llenando de puntos de interés, de carreras, de misiones principales y secundarias, de mil iconitos. Pero con la ventaja de que aunque siempre tendrás cosas que hacer, no hay presión alguna para realizarlas.

El juego llega hasta el punto de que da igual que llegues el último en una carrera. Te la va a dar como completada.

Recibirás menos experiencia y menos dinero, sí, pero es que… ¡da igual!

A cada rato conseguirás de una u otra manera nuevos vehículos que conducir, pudiendo cambiar de uno a otro cuando te de la gana.

Y para colmo, por cualquier cosa que hagas te van a dar puntos:

  • ¿Que conduces sin salirte del asfalto? Toma X puntos por buena conducción.
  • ¿Que has pasado raspando a ese otro coche? Toma X puntos por acción temeraria.
  • ¿Que te has cargado todas las señales que se te han puesto al alcance? Toma X puntos por «paisajismo».

En Forza Horizon 5 se viene, simplemente, a disfrutar. Y si lo haces con conexión a red, para colmo, te mete los nicks de tus amigos en algunos bots contra los que vas a competir, lo que de nuevo le da más diversión al asunto (sé que ese coche no lo está conduciendo mi amigo realmente… pero tengo que quedar por delante de él).

Es, a todas luces, como jugar a un GTA, con la salvedad de que aquí no podemos bajarnos del coche (todo lo que ocurre fuera del coche es mediante cinemáticas). Un mundo abierto que explorar, donde siempre vas a tener cosas que hacer, por el que te moverás en literalmente centenares de vehículos diferentes (no solo coches, ojo), y en el que importa más bien nada el que seas o no un buen jugador de juegos de coches.

Lo que lo hace, de facto, una gran opción como ese juego que tienes siempre instalado, y al que recurres de vez en cuando para echar una media hora.

Como un entretenimiento sin muchas más aspiraciones.

Si no lo has probado, y más sabiendo que está incluido en el Game Pass, de verdad que no sé a qué estas esperando.

Si hubiera tenido que pagar los 60-70€ que cuesta, está claro que no lo hubiera hecho. Pero ya que me sale «gratis»…


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