Comentábamos hace ya unos cuantos meses en una entrada de la serie #VistaAlFuturo sobre la tendencia del mercado de videojuegos hacia la nube.

Nvidia Project Shield

En el artículo, os mostraba la reticencia de un servidor sobre la necesidad de una consola física, un hecho en el que me reafirmo al observar las últimas presentaciones de fabricantes nuevos en la industria, así como los rumores de las ya clásicas Sony, Microsoft y Nintendo.

Presentes y próximas consolas

Dejando de lado los dispositivos antiguos (aquellos que no tienen versión actualizada), como videoconsolas tenemos las ya anticuadas PS3 y XBox360, y la recién llegada Wii U, con sus versiones móviles.

De la Wii U, la principal característica es ofrecer la experiencia de juego discontinuo (lo que llevamos ya tiempo haciendo en nuestra vida diaria, pero centrado en el juego) con el mando con pantalla (una tablet capada). Algo más de gráficos, y el abandono de la Wii anterior, para obligar a comprar un producto que tampoco es que ofrezca nada del otro mundo.

Si nos atenemos a rumores, seguramente Sony y Microsoft estén a punto de lanzar PS4 y XBox720, cuyo principal atractivo es (redoble de tambores), ¡la nube (Gaikai en caso de Sony, XBox Live para Microsoft)! Vaya, hasta ahora nada nuevo, entonces. De gráficos, una mejora, que aunque será interesante, no será semejante al cambio que vimos en el paso de PS2 a PS3 (puesto que la potencia de las actuales al máximo no distará mucho de las próximas).

En este panorama, en la que la única que ha presentado nuevas es Nintendo, surge la feroz competencia de tablets y smartphones cada vez más potentes, dispositivos que levantan gran interés de compañías nuevas en la industria, así como el eterno PC, que cada vez más hace las veces de centro multimedia para el hogar.

Valve, que ya tiene experiencia con juegos y plataformas en la nube (steam), se ha lanzado en cabeza con Piston (nombre en clave), proyecto que salió adelante gracias al crowdfunding, y que ofrecerá toda la potencia de PC optimizado a jugar en la plataforma de la compañía (por tanto, lo mismo que ya tenemos pero con otro nombre).

El siguiente candidato a robarnos el corazón es Ouya, de nuevo gracias al crowdfunding, otro «ordenador» que se conectará a la pantalla que desees, y ofrecerá todo el ecosistema Android a un precio realmente bajo (99$).

Y en el CES2013 tuvimos la oportunidad de ver la Nvidia Project Shield, una consola creada por el fabricante de tarjetas gráficas y que se alimentará de los juegos de escritorio (también de los de Android), al usar el PC como servidor por Wifi.

¿Tiene sentido la videoconsola como dispositivo externo?

Todo apunta a un futuro (no tan lejano), en la que quien tenga una consola, la usará para bastantes más cosas que jugar, por lo que a la larga la diferencia entre ordenador y consola se irá difuminando (la misma necesidad de aumentar el repertorio de funcionalidades acabará por extinguirlas).

Actualmente hay potencia suficiente en la nube para jugar por stream, con la ventaja añadida de no cerrarte a un solo ecosistema (ya no existe un claro monopolio en sistemas operativos). Un PC puede ofrecer la misma experiencia de juego que una videoconsola, con el añadido de que es un ordenador, y por tanto útil para algo más que ver películas y navegar por internet.

Si la industria de las videoconsolas (ojo que hablo de videoconsolas, y no de videojuegos o plataformas de juegos online) no quiere estar abocada a su fin, tendrá que pensar cómo engañar ofrecer al usuario una experiencia tan satisfactoria superior a la de los ordenadores, de forma que vean en ello una necesidad, y no la segunda alternativa, o bien dejar de lado el hardware y centrarse en construir plataformas más versátiles que las actuales, y a un precio lo suficientemente bajo para que salga rentable al usuario.

Y los tiros seguramente vayan por sistemas más abiertos y baratos como Ouya, y/o plataformas de pago con una basta colección de títulos.